date with the geek | ⁰⁷

10.3K 1K 1.2K
                                    

—Te queda muy lindo —Nancy me miraba con una sonrisa enmarcada en su rostro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Te queda muy lindo —Nancy me miraba con una sonrisa enmarcada en su rostro.

—Es muy rosa...

Miraba mi silueta delgada en el espejo mientras me medía los vestidos que usaría para la cita con Eddie.

Si es que se le puede llamar cita a eso.

—No te pondrás ninguna sudadera ni ropa ancha —amenazó, señalando mi pecho con el dedo acusatorio.

—Pero...

—Sh, sh, sh, sin peros.

Estaba muy nerviosa, y hace pocas horas me dolía la cabeza sin parar. Tuve que tomar una gran cantidad de pastillas para calmarlo, afortunadamente si funcionaron.

—¿No crees que se vera muy raro un metalero al lado de una chica tan... rosa? —pregunté.

—Dudo que les presten atención.

Me giré a verla con una expresión de ironía.

—Nance, es Eddie, es obvio que recibiremos miradas de muchos.

—Bien, tienes razón, pero —se acomodó detrás de mí y peinó un poco mi cabello. —Seguro le gustara como te vez.

Solté una risita nasal.

Aunque seguro estaba sonrojada.

—No me importa si le gusta o no —murmure.

—Sabes que si te importa.

Una piedra golpeo mi ventana, era él. La señora Wheeler jamás me dejaría salir con Eddie, así que tuvimos que decirle que iría con Steve, por lo cual Nancy se encargaría de distraerla mientras yo bajo por mi ventana.

—Me tengo que ir —corrí y cogí el bolso que estaba en mi cama. Ya no podía cambiarme así que debía irme con esto. —Nos vemos, Nance.

Nance levantó los pulgares a mi dirección para alentarme y yo sonreí nerviosa. Aún no podía creer lo que estoy a punto de hacer, pero espero y valga la pena para que ese idiota consiga novia y deje de molestarme.

Brinque al contenedor de basura. Eddie ya estaba ahí con la mano alzada para ayudarme, aunque viendo a la nada al parecer.

—Podría ser un ladrón, al menos asegúrate de que soy yo —masculle.

—Puedo oler tu perfume a kilómetros, sé que eres tú.

Me detuve para oler mi pecho disimuladamente. Creía que no olía a perfume a pesar de que siempre me pongo litros.

—Le tengo miedo a las alturas.

—¿Y? —ahora si volteo a verme. Una sonrisa despistada se formó en su rostro cuando me miró de arriba a abajo.

Seguro que estoy sonrojada.

Mierda.

—Y... tengo miedo de brincar —balbuceé. —¿Vas a seguir mirando o vas a ayudarme?

ENEMY | EDDIE MUNSON | #Wattys2022Where stories live. Discover now