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¿Por qué tuve que descubrir este estúpido dolor dentro de mí?
Oh, vaya, creo que es porque hace una semana desde lo de Chrissy, descubrí lo que era el amor.
Antes de todo esto, yo era feliz, y pues actualmente mis amigos me ven con mil pensamientos en la cabeza por culpa del chico de cabello desordenado que me ha estado importando más de lo que desearía.
Eddie.
Eddie.
El friki Munson.
¿Por qué tuviste que llegar a mí vida?
Bien, ¿a quién engaño? Ha estado en mi vida desde que tengo uso de razón, aunque dudo que lo sepa.
Todo eso fue antes de que nuestra rivalidad creciera, gracias a que fue tan estúpido desde que era muy pequeño.
A pesar de que él seguía ahí, no lo veía, ni siquiera deseaba hacerlo por el bien de nuestros cercanos.
¿Mi primer equivocación para arruinar todos mis planes a futuro? Fue romper la regla número uno que tenía en mi diario desde que ese chicle fue pegado en mi cabello. ¡JAMÁS SALGAS CON EDDIE MUNSON, NI SE TE OCURRA ACERCARTE A ÉL!
Vaya, era una niña y ya pensaba a lo grande.
Tardé mucho en procesar lo que estaba empezando a sentir cada que miraba a Eddie sonreír o tratar de ayudarme en cada cosa que estábamos resolviendo para ir de regreso al otro lado. Era extraño, un tipo de cosquilleo en la boca del estomago que incluso me hacía vomitar cada que lo recordaba.
Siempre tuve un ranking de los chicos más lindos que me han gustado. Por desgracia el primero era Carl Orson, luego Steve Harrington (era una puberta), y por último Richard Davis. Nunca estuvo en ella Eddie, porque como dije, no quería saber de él... cosa que me estuvo jodiendo estos días.
De repente un día lo vi sonreír mientras me miraba a los ojos, y descubrí a la mala que él logró superar a todos ellos sin hacer un mínimo esfuerzo.
Veía al friki y me sentía muy confundida. Es mi enemigo, yo debo odiar a mi enemigo, no ponerme nerviosa al hablarle, ni que se me trabe la lengua.
Seguro nada de esto puede tener sentido para mis amigos, ya que no les he dicho nada y dudo que lo sospechen de mí. Las cosas siguen igual con Eddie desde que escapamos de esos adultos con martillos y zerruchos, en excepción que tal vez estamos aprendiendo a llevarnos mejor.
Solo trabajo en equipo.
Sí, eso...
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