Soledad (Yuri On Ice)

Capitulo 2

Días después

Era la final del Gran Prix, Víktor se posicionada como favorito al oro, estaban anunciando su entrada... Dió un suspiro pesado, todo estaba calculado, dentro de poco todo acabaría, daría su última actuación, salió con una sonrisa fingida y se posicionó en su lugar, empezó la melodía y comenzó su coreografía, el público aplaudía, él se despedía, una última posición de los brazos y cerro los ojos, -Yuuri, el azabache había venido a su mente, sonrió y sintió un dolor agudo en el pecho, trato de quedarse de pie, pero se empezo a sentir mareado ... Al fin se había liberado, agradecio internamente a quien había tirado del gatillo,y todo se volvió negro.

Panico, gritos, todo era un caos, Víktor había perdido mucha sangre y había entrado en paro en la ambulancia, pero los paramédicos no se daban por vencidos, acababan de llegar al Hospital General de Tokio, ya habían informado la gravedad del paciente, llegó y lo atendió el Jefe de Cardiología del Hospital: Yuuri Katsuki, entro directo a quirófano seguido de su equipo, Yuuri tenía una meta, no dejaría que muriera, aún si eso implicaba estar en quirófano horas.

Víktor estaba en lo que parecía un bosque nevado, era hermoso, empezó a caminar admirando el paisaje, escucho unos ladridos, sabía de quién se trataba, fue corriendo a su encuentro, -Makka!!! Lo abrazo efusivamente soltándose a llorar, había extrañado mucho a su mascota, -Es un lindo perro, te extraño mucho, Víktor subió la mirada, era una mujer quien le hablaba, - Lastima que no puedas quedarte a su lado, y con un movimiento de su mano, su mascota desapareció, -Makachin!! Dónde está?? -Es un alma buena, irá a dónde pertenece, -Yo... A dónde iré? Pregunto el peliplata con un hilo de voz, sabía que el suicidio en todas las creencias no era bien visto, aún si él no había jalado directamente del gatillo, tal parecia que de liberarse de una prisión, iría a parar a otra... -Bueno, eso depende de ti, Víktor se quedó espectante, -No justificó tu acción, aunque trato de entender las razones que te llevaron a esa decisión tan desesperada, -Me estaba ahogando, pero nadie parecía darse cuenta, así que decidí ya no luchar, solo me deje arrastrar por la corriente... -Te arrepientes, -No... -Entiendo, -Que pasará conmigo entonces? -Acompañame, la mujer lo dirigió a lo que parecía un estanque, le mostró una escena, era la sala de quirófano dónde estaban intentando salvar su vida, -Yuuri? Pero, cómo? -La persona que vez ahí es alguien muy especial, no se da por vencido, y en este momento tiene una sola meta: salvar tu vida, no importa cuánto tiempo le tome, ni le interesará poner su vida en riesgo, él te salvará, -Yuuri, el peliplata recordó el abrazo del azabache, por un momento hizo que se replanteara todo... -Yo quiero mucho a Yuuri, me entristece verlo al borde del abismo todo el tiempo, -Yuuri... él, era como yo?, -Lo es, a diferencia tuya, él muere cada día, ha perdido algo desde hacía mucho, así que te propongo algo: Quiero que le devuelvas la esperanza, -Qué? Y como se supone que haré eso? , -Vive y averígualo, podras  redimidirte y regresar con tu mascota -Cuanto tiempo? Seis meses, después de eso tú corazón empezará a fallar, que dices? Aceptas? , Víktor lo pensó un momento, cómo le haría para devolverle la esperanza a alguien cuando él mismo no la tenía, pero al final sentía que le debía algo al azabache . -Acepto.

Semanas después

Yuuri iba a revisar a Víktor cómo cada mañana, le platicaba un poco de como pintaba su día, sentía que de alguna forma, el peliplata le escuchaba, la operación había sido bastante complicada, Yuuri reparo lo mejor que pudo el corazón y trato de quitar todas las eskirlas de la bala, había hecho un gran trabajo, pero hubo una eskirla que no pudo quitar ya que de hacerlo el corazón dejaría de funcionar, eventualmente Víktor podría someterse a un  transplante, pero eso necesitaba decidirlo él, y era muy probable que para ese tiempo el peliplata ya estuviera nuevamente en Rusia.  El corazón necesitaba descanso para ponerse nuevamente en operación así que Víktor estaba conectado a un respirador y otros aparatos que le ayudaban al corazón a retomar su ritmo, el peliplata estaba sedado desde ese día, Yuuri estaba contento, ese día le iba a empezar a quitar los aparatos para que el corazón empezará a trabajar por si solo, revisaba la herida que tenía en el pecho, estaba cicatrizando bien, en una semana más podría quitarle el respirador, y con suerte, Víktor no tardaría en despertar.

El Gran Prix había pasado, la ceremonia no se realizó, ya que todos seguían en shock ese día, con el pasar de los días todos se habían ido a sus países, Yakov habia seguído en Tokio a la espera de poder trasladar a Víktor a Rusia, pero un día que busco unas cosas en la maleta de Víktor, encontró la carta que este le había dejado, se molestó mucho por lo que él peliplata había hecho y decidió regresar a Rusia, así que Yuuri se quedó como el guardia legal de Víktor, ellos habían tenido una gran discusión cuando el entrenador decidió dejar solo a Víktor, Yakov le enseño la carta a Yuuri, y este, lejos de juzgarlo, trataba de entenderlo, así que si lo iba a dejar solo, él se haría cargo del peliplata. -Buenos días Víktor, hoy se irá el respirador, te ha ayudado mucho, pero ya es hora de que empieces a respirar por tu cuenta de acuerdo? -Deja de estar de meloso, si tanto te gusta besalo, igual y solo le falta el beso de su príncipe para despertar, jajaja ... -Yurio! No digas esas cosas, yo... lo cuido porque nadie más lo hace, le dijo el azabache ruborizados, -Si, seguro... -Ayudame a sacar el respirador, Yurio, era el jefe de enfermería del área de cardiología, tanto el como Yuuri eran jóvenes para los puestos que ostentaban, pero se los habían ganado a pulso, todos los que trabajaban ahí los respetaban y admiraban.