Monotony; Jungkook

Six

El tic tac del reloj ayacente condena su cabeza intentando hacer que se encierre en su burbuja, dejó la taza que no podía comenzar a beber y la angustia empezó a carcomer su cuerpo. Nadie estaba podía notarlo cuando miraba todo el salón de su sala, sus amigos parecían haberse esfumado en cuanto salió de aquel psiquiátrico y su novio... bueno, él era tema aparte. Ninguna llamada entraba al teléfono de casa mucho menos a su celular, levantaba y bajaba la taza en repetidas ocasiones como si fuera un tic nervioso del cual preocuparse, oía algo a la lejanía pero sabía que solo eran historias tontas que inventaba su cabeza.

Logró dormir un poco después de tiempo con todo a su lado tan y como lo vio al despertar, estaba cansada y no sabía si era producto de todo lo que ha pasado o de la doble dosis de calmantes que su psicóloga le recetó. Los días pasaron como si fuera agua entre los dedos pero para Chae solo se sintió como un par de horas. Pudo escuchar voces en el interior de su casa, miradas encima de ella y de vez en cuando como si la tocaran, quizás alguien estuvo ahí o quizás alguien lo esté y si no lo tiene claro es porque su cabeza está más inconsciente que consciente.

También era cierto que las pesadillas no se iban, estaban clavadas todo el tiempo en su mente trastabillaba cuando podía escuchar alguna voz cerca de su oído diciéndole cuál lamentable y asquerosa se veía, sabía de sobra aquello. Su cuerpo podía sentirse más delgado tal vez hasta sus huesos se notaban, su cara más pálida de lo que alguna vez fue y seguramente no quedaba rastro de ella como antes de que todo aquello se fuera a la basura. Jungkook la bañaba, cambiaba y la ayudaba a ir al baño cada que la veía un poco sentada sobre la cama porque no podía mantenerse mucho tiempo. Le balbuceaba varios "te amo" a Jungkook que solían ser correspondidos por un "igual" pero era todo y eso le jodia incluso más que su aspecto de muerto.

—¿Está todo en orden? —preguntaron al castaño que se encargaba de ver a su novia acostada en la cama

—Supongo que lo está

Los ojos de Chaewon estaban pegados hacía la pared un lugar en donde no había nada para divertirse más que ese color que no favorecía. Podría estar muriendo pero sabía reconocer aquella voz, hace mucho tiempo no la escuchaba y hoy cuando estaba moribunda aquel idiota decidía traerla a casa ¿Para qué? ¿Para mirarla y verla tan patética? ¿Para reírse de lo que quedaba? Aseguraba que cuando se recompusiera iría por Jungkook y le pegaría hasta que comprendiera la estupidez que está haciendo pero por ahora solo se quedó ahí mirando a esa pared.

—Todo el departamento apesta

—Probablemente pero así es mi nueva vida Heejin

—Te ayudará a limpiar, ordenar esta casa mientras tú cuidas a Chaewon, necesitas descansar también —suspiró mirando de arriba hacia abajo todo el departamento— Haré la comida así que no te preocupes por aquello

—Gracias

No había más palabras de por medio, ni ganas de seguir existiendo en un plano en donde la vida se te está yendo y no sabes que hacer. Tomó una pequeña frazada y cubrió el cuerpo de Chaewon notando como tenía ligeramente sus ojos abiertos pero tan perdidos como aquella vez, todo esto siempre le recuerda a ese tiempo en donde la vio así. Suspiró no había mucho por hacer, sabía que no haría algún movimiento o tan siquiera el intento de hablar pero lo escuchaba perfectamente, todo de hecho lo podía escuchar sin interrupciones.

—Sé que no te agrada la idea de que ella esté aquí pero no tenia a nadie más en este momento, los chicos están cansados y tienen cosas que hacer independientes a nosotros —hablaba con calma explicando el porqué de tener a la persona que odia en su propia casa— Yo tuve que pedir más días en el trabajo y la universidad para poder cuidarte tiempo completo y no es algo que me moleste sabes que lo hago por gusto y porque te amo cariño es solo que... necesito ayuda a veces y ella era la única disponible en este momento, no te va a molestar mucho menos viene a burlarse del estado en el que estamos solo quiere ayudar, lo siento por esto Chae de verdad que lo siento pero es lo único que tengo a mis manos.