Cap 4

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⚠️Aviso contiene escenas +18⚠️
Como si un rugido se tratase, un fuerte sonido sonó en la montaña, otra avalancha. Intenté correr de nuevo hacia en arco pero este se estaba derrumbando y estaba todo taponado.

-Albedo!!!-grite lo mas fuerte que pude
-T/N!!! Aguanta, voy a por ti!- respondió de vuelta

Una segunda avalancha se acercaba, asi que me cerqué a una pequeña cueva e intenté mantener mi calor corporal.

Lo debí de estar haciendo muy bien, ya que en efecto mi calor subia, pero no paraba de subir. Mi cuerpo empezaba a arder y sentia como si estuviese en llamas, perfecto, fiebre. Mis piernas temblaban y solamenre podía soltar suspiros pesados, me tomé un supresor de alfa para intentar controlarlo, grave error. A los 15 minutos estaba mucho peor, unas orejas de lobo blancas se habian asomado por mi cabeza, al igual que una peluda y sueve cola en mi espalda baja, estaba en el suelo tumbada, hecha una bolita sobre mi misma.

El tiempo parrcía eterno hasta que escuché ruidos fuera de la cueva.

-t/n?, estas bie...-no pudo terminar la frase, lo cual me asustó.

Sin decir ni una palabra me cogió en brazos y se transformó en lobo, me aferré a él como si de mi vida se tratase.

Llegamos a una cueva que parecia mas una casa que otra cosa, volvió a su forma, me cogió, de las caderas y entramos.

Yo estaba con toda mi atencion en su olor, tenía un olor intenso a tierra humeda y rosas, su olor parecia que me estaba atrapando.

Me tumbó en la cama y se tumbó encima mía.
-A-albedo?...estas...bien?
-t/n...
-Dime...-dije con miedo
-Eres una omega

Ahí mi mundo se calló encima.

Estaba completamente caliente, con todo mi cuerpo excitado y queriendo al alfa, pero solamente quería huir de ahí y no volver jamas.

Albedo vió mis lagrimas ya que me abrazó con fuerza.

-Shhh, tranquila, todo estará bien- dijo mientras me acariciaba la mejilla
-No hagas nada raro, Albedo

Tras decir esto, Albedo me cogió de los muslos y los empezó a apretar.

-Ahhh, a-albedo...ppara...-no podia aguantar mis gemidos.
Albedo solo se rió y metió sus frias manos por mi camisa, iban recorriendo todo mi cuerpo acompañado de mis sutiles gemidos, hasta que se encontranos con mis pezones.

-Albedo...ahh-empezó a masagearlos suavemente- Albedo...no
Poco a poco, los masages se convirtieron en pequeñas pinzas que los atrababan y jugaban con ellos a su placer.

Empezaba a jadear y cada vez sentía mi entrada más y más húmeda.
-Ah..alb..ah..albedo...ah...- Solo podía gemir de placer y miedo a cada uno de sus toques.

Empezó a bajar lentamente su mano derecha hasta encontrarse de nuevo con mis muslos, esta vez, casi rozando mi intimidad, la cual ya estaba muy húmeda.

-Omega...-dijo con voz ronca mientras que frotaba sus dedos con mi intimidad- Necesito hacerte mia...
Empezó a bajarme las bragas hasta que solo habia un rastro húmedo de ellas, luego, introdujo un dedo en mi interior.

-Ahh...-pegué un pequeño grito mientras me tapaba la cara de la vergüenza.
Albedo me retiró las manos y pegó mi curpo con el suyo, me dedicó una sonrisa y empezo q chupar mi cuello a su vez que introdujó 2 dedos mas.

-Ahh...ahh...albedo...ahh...no...lo hagas...mas...
-Shhh, tranquila omega...- Me susurró al oido.
Tras eso, vi como extendía el brazo a la mesilla de noche y sacaba un condón, al parecer todavia no estaba del todo ido. 

Una vez se puso el condón, colocó la punta en mi entrada y volvió a pegarse a mi pecho.

-Albedo...no lo hagas porfavor
-...

Me acarició la mejilla mientras mis lágrimas caían, y luego me penetró con fuerza

Antes de que pudiara darme cuenta, ya estaba todo dentro de mi, sentía que me perforaba entera, pero no paraba de mojarme mas y mas.

Albedo volvió a besarme mientras que empezaba con un rirmo mas violento. Poco a poco, los gritos de dolor, se transformaron en gemidos de placer.

Tenia un ritmo constante y placentero, no podia parar de gemir y rasguñar su espalda.

Me sentía mal por disfrutarlo, realmente no quería, pero como omega no podía hacer mucho más.

-Aaah...ah..ah..ah..alb..ah..ah..albedo...ah..ah
-Eres mía omega- dijo mientras que me daba la estocada final para sentir como su miebro se empezaba a hinchar.

Las lágrimas no parabas de caer de mis ojos, y el me daba pequelos besos mientras que me abrazaba con fuerza, unos minutos mas tarde, se deshinchó y saco su pene de mi.

Se quitó el condón para hacerle un nudo y tirarlo en una papelera. Luego se recostó a mi lado y me tapó con una manta.

-Omega, no voy a dejar que te pase nada malo.

Al escuchar sus palabras ví cuál era mi lugar ahora, solamente un ser inferior el cual puede ser usado por todos.

Mi Pequeña Omega ( [+18] Xiao × t/n)Where stories live. Discover now