Cap 6

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Narra T/N

Me quede encerrada en casa despues de verme con Hu Tao, me sentia mal por mentirla, pero no queria que nadie mas supiera de mi casta.

Ese mismo dia fui a una farmacia, lei que habia algunas pastillas que reducian el aroma, asi que fui a buscarlas.

Tras algo de búsqueda encontre la caja. Esta medicacion era muy dificil de encontrar y por lo tanto, probablemente despues de consumir esta caja deberia de hacer una busqueda para encontrar mas. La pague mientras que la farmaceutica me avisaba de que era la ultima caja, fue una suerte.

Mientras que volvia inspeccioné el prospecto

...posibles mareos, fatigas, náuseas, pérdidas de conocimiento, incremento del aroma, alteración del celo...

Estas pastillas estaban hechas para alfas y betas con problemas de feromonas, no para mi. Aunque si con esa medicacion lograba simular ser una beta, las tomaría.

Nada más llegar a la posada Xiao estaba en el piso de arriba, intenté evitarlo, pero no lo logré.

-Hola t/n, compraste algo?-
Vi como sus ojos se posaban en mi espalda.
-A si, una cosa en la farmacia-
-El que?-
-Solo, pastillas para el dolor de cabeza...-

Xiao sabía que mentía, el era muy bueno leyéndome. Se acercó despacio a mi y con delicadeza me dio un abrazo, un abrazo traicionero que era para que pudiera robarme la bolsa y ver el contenido. Ahí se encontró con la medicación y el prospecto sacado y maldoblado. Me dedico una mirada sospechosa y poso sus ojos en las pequeñas letras. Su ceño se fruncia cada vez más, hasta que llegó a la parte de efectos secundarios.

-Hmm, tiraré esta basura por el lavabo- Dijo furioso mientras iba al baño
-No! Xiao, porfavor, dámelo de vuelta-

Él abrió la ventana más cercana y arrojó la bolsa todo lo lejos que pudo.

-XIAO!- Unas pequeñas lágrimas caían de mis ojos, ahí estaba la oportunidad de ser normal
-Estas loca?! Acaso quieres que lo de albedo se vuelva a repetir?! Deja de tomarte mierdas y deja que te proteja, es obvio que no podrás seguir con tu trabajo, pero hay más cosas aparte de pegar a bandidos y saqueadores-

Las palabras de Xiao no llegaban a mi cerebro, solo me limite a salir de ahí enfadada con los gritos de Xiao de fondo.

Supongo que él no hizo nada porque pensaba que volvería en 5 minutos, pero ese no sería el caso. Seguiría trabajando, con el costo que sea.

Mire el tablón de misiones del día, todas parecían sumamente aburridas, algunos slimes, recolectar frutas, bajar a gatos de árboles...orden del abismo...interesante.

Eran 3 soldados del vacío, nunca escuche de ellos, pero supongo que serían como ladrones de tesoros, tal vez algo más experimentados.

La misión ya era mía.

El sitio estaba algo lejos, eran unas viejas ruinas. Mientras caminaba podía notar como cada vez la fatiga era más constante, y mi arma pesaba más de lo normal, odiaba ser omega.

Al llegar al lugar estaba desértico.
Fui entrando sala en sala, podía escuchar algunos ruidos así que me puse alerta.

Me acerqué con cautela al lugar de donde venían los ruidos pero al llegar a la sala todo era silencio, demasiado...silencio

Nada más dar un paso un sujeto me agarró por la espalda, mientras que otros dos me inmovilizada y me ataban.

Estaba atada de pies y manos, solo me dejaron libre la boca para hablar.

-Que hace alguien como tú en un lugar como este?-
-Me..mandaron a derrotaros-

Vi como sonrieron.

-Una simple beta como tu? A derrotarnos? Dijo uno de ellos
-Ni siquiera tienes un aroma fuerte, y piensas que nos puedes vencer?Dijo el segundo

Uno de ellos, el más alto, se quedó mirándome pensativo. Los otros dos lo miraron extrañado.

El tercer sujeto empezó a dejar salir unas fuertes feromonas, un aroma a café intenso me empezó a recorrer el cuerpo.

Intenté calmarme para no dejar ver mi casta, pero mis feromonas dulces empezaron a salir como respuesta instintiva.

-Ni siquiera es una beta, es una omega- Dijo el tercero finalmente

Uno de ellos sonrió y vi como empezaba a susurrarles algo a sus compañeros, parecían decidir algo, cuando se giraron hacia mi con una sonrisa.

-Seremos tan amables de dejarte salir viva, si no haces un pequeño favor, omega.
-N-no, eso n-n..- Empezaron a soltar feromonas, café, limón y chocolate puro.

Mi cabeza daba vueltas y mi cuerpo dejó de responder.

Ellos me usaron a su antojo, vi como se bajaban la bragueta de sus pantalones y reían todos. Sacaron sus penes, ya erectos y empezaron a masajearselo.

Uno de ellos me abrió la boca con su sucia mano y metió de una estocada su miembro en mi boca. Sentía mis lágrimas salir mientras el simulaba rudas embestidas en mi boca. El segundo de ellos aprovecho que estaba arrodillada para quitarme los pantalones que estaban debajo de mi falda, dejando ver mis firmes nalgas. El tercero se unió a este, y me empezó a dar nalgadas con fuerza.

Mis gritos se ahogaban con el trozo de carne que tenía en mi interior, sentía como cada vez se hacía más grande hasta que un líquido tibio lleno mi garganta.

-Muy bien...veo que eres una omega obediente-

Intentaba rasgar las cuerdas de mis manos pero era inútil, uno de ellos me abofeteo con fuerza, los otros me daban nalgadas o manoseaban mi figura.

Dos de ellos me empezaban a quitar mi ropa interior mientras yo chillaba, pero el tercero se quedó mirando a la puerta.

-Que pasa tío? No quieres follartela?
-Creo haber escuchado un ruido, no quiero que nadie nos joda la fiesta
-Un ruido? Quién como vendría a unas runas perdidas en Liyue?

La respuesta era Xiao.

Mi Pequeña Omega ( [+18] Xiao × t/n)Where stories live. Discover now