Capítulo 5 Ya no eres importante

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- Retírate - con una mano el Padisha señaló la salida a su concubina

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- Retírate - con una mano el Padisha señaló la salida a su concubina.

Con un suspiro Fátima hizo una reverencia para posteriormente acatar la orden, en total silencio se marchó, Ahmed la observó salir y como si Allah tratara de decirle algo su ojos se posaron en las orquídeas que ambos plantaron, con molestia negó para luego desviar su mirada a los jazmines que el mismo sembró para Nasya.

Fátima salió a los pasillos principales de Topkapi, su semblante opacado por la tristeza, cuando pensó que todo estaría bien Ahmed la golpea con su indiferencia.

- ¡Fátima! - con un resoplido Cennet Kalfa se acercó a la joven - Te he estado buscando, la Sultana Safiye quiere verte - sin esperar una respuesta la sostuvo del brazo.

Como un títere se dejó guiar por su mayor hasta los elegantes aposentos de la Sultana de Sultanas. Fátima hizo una reverencia la igual que Cennet.

- Fátima querida - dijo Safiye sentada sobre el diván.

Cennet empujó con fuerza el cuerpo de la joven, su intención siendo clara, con pasos cortos se acercó a la Valide del difunto Sultán Mehmed para posteriormente colocarse sobre sus rodillas y besar el ruedo del vestido de la mujer, eso era todo, una muestra de respeto y lo que sería lealtad.

- Toma asiento - Fátima obedeció - Creo que mi nieto ha sido algo duro contigo pero conoces las reglas - habló con tranquilidad - Sin embargo, me agradas, quiero tomarte bajo mi cargo, las burlas se acabaran - propuso.

- Sultana me halaga pero me siento a gusto al servicio de la Sultana Halime - contestó con voz sumisa.

- ¿Y dónde está tu señora ahora? Confinada en sus aposentos y nuestro Sultán no quiere que tengas contacto con Halime en estos momentos, le dije que es una mala influencia para ti - los ojos sagaces de la mayor observaron a la joven como un depredador a su presa.

Fahriye Sultan que hasta el momento se ha mantenido en silencio, miró a la joven con cierta pena, su madre no tendría piedad con ella, siempre ha sido así, no hay piedad con aquellos que vayan en contra de los deseos de Safiye Sultan, una muestra de eso era ella.

Cennet Kalfa se acercó a la 4rubia con un vaso en manos, Fátima frunció sus cejas con desconcierto.

- Vamos tómalo, la Sultana ordenó que lo preparasen especialmente para ti - Cennet alentó con confianza.

Sin estar muy segura tomó el vaso, los ojos chocolates de la rubia dieron con los azules de la Sultana quien asintió en espera, con una casi diminuta sonrisa dio un sorbo al contenido, duró unos segundos desgastando del sabor dulzón del jugo para posteriormente seguir bebiendo. La sonrisa en el rostro de la albanesa aumentó.

- Debes volver a entrar en los aposentos de mi nieto y yo te puedo ayudar con eso - como una buena mujer ofertó.










Una Gota De Amor En El Infierno // Ahmed Sultan Where stories live. Discover now