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Después de la agradable cena en la que disfrutaron una variedad de platillos, llena de conversaciones variadas y algunas miraditas por parte de ellos, además, claro está, de las miradas de Emma y Azazel, ella con la mirada analizándolos y él solo viviendo el chisme con ganas.

Abandonaron la mesa, para acomodarse en otro lugar de la azotea, aun era buena hora para continuar con la cita, quedaron muy cerca del otro en la orilla, Charles observando lo que sucedía en la calle, risas, conversaciones, personas caminando por todas partes, algo que le parecía muy fascinante, el como se relacionaban los humanos entre ellos, y pudo distinguir a parejas, así como eran Raven y Hank, las caricias que se proporcionaban, como el tomarse de la mano al caminar, acariciar el rostro del otro, o los besos que se parecían a los de Raven y Hank. Era muy curioso para él la forma de demostrar cariño y amor entre los humanos.

Erik observaba sin sutileza a Charles, agradeciendo que este no notara los pesados ojos que lo tenían en la mira, al inicio Erik veía al ojiazul con una alegría que desbordaba, sus ojos viajando por todas partes sin perderse de nada, pero al pasar unos minutos se dio cuenta que la mirada la había dejado clavada en ciertos lugares, con la curiosidad a mil, busco lo que tanto veía Charles, dándose cuenta que su vista viajaba a diferentes humanos, pero sobre todo, eran humanos que tenían una relación, ya que continuamente se tomaban de las manos y se besaban en los labios, así como veía que lo hacían Raven y Hank.

Regreso a ver a Charles, encontrándolo en un estado pensativo, la alegría y brillo que desbordaba había sido cambiado por otro, notándolo un poco con pesar y tal vez pensando en lo que en pocas ocasiones Erik tenía en mente.

Tal vez Charles se esté preguntando qué pasaría si el fuera un humano.

¿Le gustaría a Charles ser humano? ¿Por qué?

Erik en un punto de su gatuna vida, lo había pensado.

Tenia que hacer algo, no quería que Charles acabara pensando tanto, también que no quedara con pesar, además, la cita no había acabado, y menos con ese repentino cambio en el ambiente.

Dando una respiración honda y con seguridad, volteo para ver si encontraba a su amigo, el cual curiosamente no los perdía de vista, al conectar la mirada, Erik hizo un leve giro de su cabeza, indicando a Azazel a moverse, cosa que al principio no había captado, después de varios movimientos por parte de Erik, Azazel había conectado lo que quería decir, así que, con cara de haber entendido, dio un leve asentimiento y salió corriendo de la azotea.

"¿Quieres seguir dando un paseo?" le preguntó Erik.

"Claro que si Erik" respondió con alegría Charles.

"Vamos" pronunció para comenzar a caminar, siendo seguido por el ojiazul.

"Falta despedirnos de Emma y Azazel".

"Ya no están, Azazel ya se fue y Emma está dentro, en el restaurante, luego los visitamos en sus casas".

Caminaron a la par por la azotea, Erik como buen gato dejo pasar primero a Charles para bajar por las escaleras, de regreso al callejón caminaron juntos, siendo alumbrados por las luces que se colaban por las ventanas, al estar de nuevo en la calle, Charles no perdía nada para observar, sus ojos bailaban para no perderse de nada, solo Erik estaba concentrado en una cosa en especial, ver los bonitos ojos del ojiazul y claro está, cuidar de pasar desapercibidos.

......

Al llegar al jardín de la casa, Charles estaba feliz, y creyendo que ya había terminado la noche con Erik empezó a caminar a la puerta para entrar y descansar, si es que podía, con lo alegre que estaba lo dudaba.

La bola de estambre perfecta / CherikWhere stories live. Discover now