CAPÍTULO 4 PARTE 2: Chupitos

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Todos estamos de acuerdo que la peor sensación del mundo es la importancia. Pues multiplica la impotencia por ganas de golpear a alguien. Una combinación un tanto explosiva.

Jacob sonríe al llegar a su altura.

- El cumpleañero se ve irritado.

- Tú me irritas, Jacob.

Jack llega hasta mí y me coje del hombro para alejarme.

- Tío, a menos que desees superpoderes al soplar las velas no té metas en problemas con él. Ignoralo.

És mi jodida fiesta sorpresa de cumpleaños con secuestro incluido. No puede llegar y fastidiarla.

Voy a la cocina y me sirvo a mi mismo un chupito. Asqueroso, pero necesario.

Jack llega detrás de mí y me quita el vaso.

- Mi alerta roja es la horchata fría y la tuya el alcohol. Qué té pasa Nathan?

Trato de quitarle el vaso pero me lo vuelve a apartar. Gruño cansado.

- Jasmine quiere acostarse con otro y seguramente lo haga está noche. Vete a vigilarla. Yo estaré bien.

Jack parece congelarse por unos segundos pero no tarda en reaccionar. Me deja el vaso y se marcha.

Vuelvo a coger el vaso y lo lleno de nuevo. Lo tomo de un trago y lo dejo e
en la mesa mientras cierro los ojos con fuerza por el ardor en la garganta.

- Pensaba que irías a por otro pobre árbol, Hulk.

Madeline está recostada en la puerta de la cocina con las manos cruzadas

- No estoy para tonterías, Jade.

Ella se acerca para coger la botella de alcohol y beber de la boca de la botella directamente.

- Que pena, ahora es mía.

Aprieto la encimera en busca de paciència.

- Jasmine està buscando con quién...

- Eso no cuela conmigo Nathan. Té he oído decir lo mismo a Jack - sonríe ante mi silencio - ¿Por qué te caen tan mal Matthew y Jacob?

- ¿Por qué te caen tan bien?

- Cada vez me quedan menos dudas de que estás celoso.

Pongo los ojos en blanco y me cruzo de brazos.

- Estoy irritado.

- Pues desirritate conmigo.

Estoy a punto de abrir la boca y desahogarme pero recuerdo que a penas la conozco y encima viene del North-school. No hay suficiente confianza para eso.

- Sabes qué, olvídalo. Creo que me marcho. Está fiesta es más suya que mía.

- De eso nada.

Jade cierra la puerta antes de que yo pueda cruzarla.

- Déjame pasar.

- No.

Doy un paso hacia delante y trato de llegar al paño de la puerta pero la mano de Jade atrapa la mía en el camino.

- Madeline...

- Llámame Jade.

- ¿Es que no me tienes miedo? Té estás encerrando conmigo en la cocina.

- Eres inofensivo, Nathan. Tú solo pegas a los árboles.

Trató de reprimir una sonrisa pero al ver sus hoyuelos no puedo contenerla.

MOTORES DEL NORTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora