CAPÍTULO 8: Noche de velas y estrellas

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Necesito que alguien me explique porqué algunos segundos pasan como si fueran eternidades. Porque siento que pasan eternidades hasta que oigo la risa de Madeline. Sus ojos se achinan, sus oyuelos aparecen y su sonido con el de las olas és simplement perfecto.

- ¿Que demonios tiene que ver que me guste o no Matthew y besarte?

- Té das cuenta de quién es el chico correcto cuándo besas a la persona equivocada.

Fue quizás el primer consejo que oí decir a mi madre, una chorrada. Madeline parece procesar la información.

- Es la peor excusa para tratar de besar a alguien, lo sabes?

Pongo los ojos en blanco.

- Considéralo un favor, ya me lo devolverás.

Madeline suelta una sonrisa incrèdula

- Serás caradura. Encima que té beso té deberé un favor...

- No té equivoques. Sería yo quien té besara. Y claro que sería un favor. Estaría gastando saliva, tiempo y reputación para ayudarte a descubrir si te guata un chico. Me deberías algo más que un favor.

- Wow que generoso.

Sonrío satisfecho. Madeline aparta algunos mechones de mi pelo que están en mi frente con su mano y me observa la cara. Yo reprimo una sonrisa para tratar de ser serio. Realmente está debatiendo en si hacerlo o no.

- Entonces hablas en serio...

- Total y completamente.

Ella suspira y desvía la mirada. Sus manos permanecen en mi pecho para crear una distància de seguridad.

- Que le vamos a hacer... espero que almenos té hayas limpiado los dientes.

- És obvio que té mueres de ganas.

Ella quita las manos de mi pecho y se acerca aún más a mi. Me rodea por el cuello.

- Nada de agarrarme las nalgas ni toqueteos raros porqué té juro que té pateare las bolas.

Levanto las manos en son de paz y las vuelvo a bajar. Coloco una mano en su cintura y otra en su mejilla.

- ¿Nada de tocamientos indebidos? Que aburrida eres.

Ella sonríe. Bueno, ya sabéis mi adicción con sus oyuelos. Bajo la mirada a sus labios instintivamente.

Me muerdo el labio inferior y me acerco a ella. Puedo notar su cálido aliento desde tan cerca. Su perfume huele a manzana. Su respiración parece acelerarse.

Sonrío a centímetros... no, milímetros de su boca. Veo como cierra los ojos y entreabre los labios. Lo sabía.

- Si eres capaz de besar a otra persona así de fácil es que no té gusta Matthew.

Le salpico agua a la cara y me alejo victorioso.

Romper la corta distancia que nos separaba me costó más de lo que me gustaría admitir, entre sus brazos y a escasos centímetros de su boca...

Trato de dirigirme hacia las rocas pero està Madeline me coge del brazo para acercarme de nuevo a ella.

- Estúpido Hulk...

Murmura antes de volver a rodear mi cuello y inclinarse sobre mí. Ni siquiera me da tiempo a reaccionar al sentir su aliento entrelazado con el mío.

Madeline Jadeson.

La brisa acariciandonos.

Moviéndonos sobre el mar, impulsados por la marea.

Aroma a manzana.

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