Capítulo 1-Prólogo

276 25 27
                                    

Gran favor: Por favor, si esta historia te va gustando, demuestra tu agrado con algún comentario, también puedes aportar con alguna crítica constructiva y ponle una estrellita para saber si voy bien, eso me motivará a seguir escribiéndola.


Takemichi, significa Camino del guerrero, un nombre muy masculino para una chica como "Michi" y es que su padre, siempre quiso tener un hijo varón, por lo que, cuando nació la última integrante de la familia Hanagaki, el padre de familia, al sentirse frustrado porque su tercer retoño, también resultó ser una hermosa niña sana y saludable, tomó la drástica decisión de otorgarle el nombre que ya le tenía antes de nacer, pese a que aquel era un nombre masculino, y es que el señor Hanagaki estaba seguro de que sería un varón. Por otro lado, la señora Hanagaki lo permitió, pues aquel nombre también tiene otro significado: Camino de bambú. Por lo que pensó, que si lo ponía de ese modo, dicho nombre, le quedaría muy bien a una niña que tuviese carácter fuerte y de espiritu inquebrantable. Solamente esperaba que su pequeñita, en el futuro, le hiciera honor a su nombre.

Muchas veces, el obstetra le preguntó al matrimonio si querían saber el sexo de su bebé durante el embarazo cuando acudían a su control prenatal, pero la respuesta siempre era la misma "Estamos seguro de que será un niño, no es necesario"

El día de su noveno cumpleaños, un domingo 25 de junio del año 2000, cuando su oscura cabellera hacía resaltar sus grandes ojos azules. Takemichi conoció a quienes muy pronto se convertirían en sus mejores amigas, y es que, aquel día, mientras caminaba por el parque al que le gustaba ir a jugar cerca de su casa, unas niñas ya bastante mayores, estaban intimidando a otra niña más pequeña, de cabello castaño, como de la misma edad de Takemichi, por lo que la pequeña Takemichi quiso ahuyentarlas empujando a una y golpeando a otra para alejarlas, pero como las dos chicas eran más grande que ella, no encontraron mejor idea que devolverle el golpe y jalaron su cabello empujándola de ese modo, a una poza de barro húmeda creada por aquellos niños que les gustaba hacer pasteles de barro.

A continuación, intentaron embetunar a Takemichi de los pies a la cabeza con ese mismo lodo, pero ella, pese a estar llorando, trató de defenderse y cuando las dos mayores le tiraron barro en la ropa comenzaron con las burlas.

— ¡Ay, mira Red, las bebés están llorando! — Dijo una de las abusonas — Takemichi, les lanzó una mirada desafiante, a pesar de tener sus ojos inundados en lágrimas y su nariz roja y brillante.

— ¡Uy, que mirada! Ten cuidado, Kyyomasa, puede que te lance rayo laceres por los ojos — se burló Red— ¿Qué te pasa "Tontamichi? ¿El barro no te deja ponerte en pie?

— ¡Hahaha! Seguro su trasero gordo está pegado al suelo... — añadió Kiyomasa.

— No dejaré que sigan molestando a los demás — respondió Takemichi llorando, pero en un tono determinado y valiente, pese a su patética situación de estar atorada en el piso, puesto que como Red dijo, ella no podía despegarse del suelo con tanto lodo húmedo y espeso a su alrededor. En ese momento llegó al lugar, una tercera niña, acompañada por un niño rubio, de ojos oscuros y un joven alto, delgado y de cabello oscuro, con ojos del mismo color. El niño, quien era de más o menos la misma edad que las niñas abusadas, simplemente miró la situación de manera fugaz y tras echarse a la boca una paleta dulce, se alejó de ahí y se fue a jugar a las barras. Por otro lado, la niña que venía con él se quedó junto al joven tomada de la mano, de modo que ambos se acercaron al lugar donde estaban las dos abusadoras molestando a esas dos niñas pequeñas.

— ¿Qué está pasando aquí? — preguntó aquel chico al ver a Takemichi toda sucia y llorando, y la otra chica, aun arrinconada contra una pared igual de llorosa que Takemichi, mientras que las dos mayores, se reían a carcajadas. Al escuchar aquella voz masculina, las dos abusadoras salieron huyendo, pues aquel chico finalmente logró espantarlas, y de paso, también asustó a Takemichi, pero ella simplemente se quedó ahí, aun sentada sobre el charco de barro.

Camino de Bambú (LIBRO 2)Where stories live. Discover now