Desde que Emma le presentó a Mikey, su hermano mayor, la tranquila y llorona Takemichi conoció un mundo que creyó que nunca conocería, el mundo de las pandillas, pero pese a ser nueva en el bajo mundo, demostró que era capaz de liderar una de lo...
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En la escuela la conocían por los muchos apodos que ella se fue ganando a lo largo de su etapa en la secundaria: La heroína llorona, la gemela de Matsuno, la Drama Queen. Eso y otros apodos y títulos le tenían a Takemichi Hanagaki y eso que era su primer año. Una chica que normalmente era tranquila, respetuosa y aunque no era de las que le gusta estudiar mucho, se podía defender bastante en lo académico. Sin embargo, siempre era blanco de pesadas bromas a las que ella enfrentaba sin problemas, porque pese a todo sus defectos, sus virtudes eran las que más se destacaban, valiente, optimista y muy amable, pero con un carácter que no siempre solía mostrar a menos que ella considerara que fuese necesario, valiente cuando tenía que defender a sus seres queridos, a sus amigos y a las personas que amaba. Les hacía frente a los abusadores, y aunque siempre o casi siempre quedaba mal parada, era capaz de seguir adelante, enfrentarlos y no rendirse hasta que la otra persona lo hiciera. Tenía una voluntad de hierro y eso era uno de los rasgos de su personalidad que más se destacaba.
— Hey, Chifuyu, tengo grandes noticias — dijo de pronto una chica de buen aspecto y el uniforme bien acomodado, a excepción del cuello, el cual lo tenía desabotonado hasta el escote y el nudo de la corbata colgaba sobre su pecho, intentando imitar el aspecto desordenado de aquella admirable chica revoltosa que tan popular era en la escuela. Takemichi bufó fastidiada, nuevamente esas tres chicas chismosas y chupa medias se acercaban a su amiga a interrumpir su conversación para llamar la atención de Chifuyu con alguna banalidad.
— Hay un tipo en la clase tres que repitió de curso — anunció la recién llegada. Y con eso, las sospechas de Takemichi fueron confirmadas. ¿A quién le importaba un chico repitente?
— ¿Qué? ¿Puedes repetir en la secundaria? — preguntó sorprendida Chifuyu. Takemichi rodeó los ojos.
— Claro que sí, Chifuyu — murmuró la rubia de ojos azules.
— ¡Sé lo que estás pensando! — Continuó "la chismosa número 1" ignorando el comentario de Takemichi — ¡esto es serio, apuesto que es un delincuente supergenial!
— Bien. A partir de ahora, me autonombro presidenta del comité de bienvenida. — dijo Chifuyu poniéndose de pie, mientras apoyaba ambas manos sobre la mesa de manera energética y ruidosa.
— ¡Esa es mi chica! — Exclamó con entusiasmo "la chismosa número 2"— ¡Debes ser primera, o ya verás!— la chismosa número 3, simplemente se quedó en silencio.
— ¿Y no crees que es un poco tarde para autonombrarte "presidenta del comité de bienvenida"? Las clases comenzaron hace casi dos semanas.
— Alguien tiene que hacerle entender a ese delincuente, como son las cosas aquí
