Desde que Emma le presentó a Mikey, su hermano mayor, la tranquila y llorona Takemichi conoció un mundo que creyó que nunca conocería, el mundo de las pandillas, pero pese a ser nueva en el bajo mundo, demostró que era capaz de liderar una de lo...
—¿Cómo pretendes traer a Baji de vuelta a la ToMan haciéndole bullying y poniendo a todos en su contra? —preguntó Mikey a la hora del descanso, mientras veía con amargura e impotencia como Baji a lo lejos era golpeado y humillado. Era de conocimiento público que, aunque era bueno en las peleas el pelinegro no tenía permitido iniciar o estar involucrado en conflictos dentro de la escuela porque no quería bajar sus notas y manchar su expediente escolar. Sin embargo, aunque Mikey se mantenía firme en no ayudarlo, por dentro estaba deseando estar a su lado y olvidarse del "No nos apiadamos de los traidores"
— Esto es solo una prueba— respondió Takemichi — si después de todo esto no sede y pide regresar a la ToMan antes de la batalla contra Valhalla. Entonces no hay nada más que hacer, esto significa que no nos dejó por capricho y que el daño que le hizo a Chifuyu fue genuino.
—Conociendo a Baji, él no dará su brazo torcer fácilmente— dijo Mikey con tristeza, mientras mordisqueaba sin ganas su dorayaki —prefiere ser humillado y golpeado antes que arrepentirse.
— Aún quedan tres semanas, — informó Takemichi, — ya veremos.
Pero Mikey conocía bien a quien alguna vez fue uno de sus mejores amigos, por lo que de verdad dudaba que Baji volviera a la ToMan por cuenta propia, y pese a eso, se aferraba a la idea de llevarlo de vuelta, incluso si Baji no quisiera hacerlo. Simplemente no aceptaba la idea de que él se hubiese ido con Kazutora, el chico que lastimó a su hermano mayor al punto de dejarlo postrado en una silla de ruedas.
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Al terminar las clases, Takemichi y Mikey fueron al hospital a visitar a Chifuyu, (quién se quedaría por unos días en observación) ella aprovechó esa instancia para hablar seriamente sobre su futuro como miembro de la ToMan.
— Lo he estado pensado... y después de todo esto...— comenzó a decir con cierto nerviosismo— yo renuncio a la Tokyo Manji — anunció apenas con un hilo de voz, mientras se aferraba con fuerza a la sábana.
—¿Que? ¡No! — profirió Mikey sobre reaccionando, Takemichi tuvo que ponerse entre Mikey y la camilla para guardar cierta distancia — ¡No lo permitiré! — insistió el comandante desde su lugar.
— ¿Por qué? — quiso saber Takemichi con más tranquilidad.
— Tomar la capitanía de la primera división, en lugar de Baji... no me sentará bien — respondió la chica tumbada sobre la camilla.
— Pero, recuperaremos a Baji... él volverá a la ToMan y tú sólo serías capitán interina. — le animó Takemichi con la esperanza de que cambiase de opinión.
— ¿A caso quieres extinguir la llama de la primera división, Chifuyu? — le cuestionó Mikey— En ese instante, Chifuyu levantó la mirada y negó con la cabeza.
