Capítulo 4 - Crisis en Takemichilandia.

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Habían pasado un par de años desde que se conocieron, y para ese entonces, Mikey decidió ingresar a la misma escuela que su hermana menor. La escuela Mizo, no obstante, Draken por su parte, esta vez decidió no seguir a Mikey, porque se sentía más cómodo en la escuela a la que siempre fue. Por lo que la presencia del vicecomandante en el establecimiento, sólo era visible a la hora de salida cuando él iba por su amigo. (Y en ocasiones por Emma y Takemichi también.)

Takemichi y Mikey sostenían una relación que no muchos comprendían. Mikey la tenía en la ToMan dentro de la segunda división, pero como ella no era útil en peleas, nadie en realidad sabía por qué era parte de la ToMan, nadie (ni siquiera la mismísima Takemichi). Muchos creían que era la protegida del comandante. Otros, con una mentalidad muy grosera, pensaban que solo era su mascota. En especial porque sus atributos físicos, no pasaban inadvertido, incluso si usaba el holgado uniforme de la Tokyo Manji.

Solo algunos pocos sabían la razón de su incorporación a la pandilla, en especial, los más cercanos a ella y Mikey.

— Tengamos nuestra primera cita —le dijo él a Takemichi una noche después de una de las tantas reuniones de la ToMan, mientras ambos se dirigían juntos a la casa de Takemichi. — Sin Ken-chin ni Emma, ni nadie. Solo tú y yo.

— ¿Una cita? — Preguntó ella sorprendida y nerviosa — Eso sería genial, Mikey. — añadió con timidez.

— Perfecto. — Dijo él — entonces te iré a buscar a tu casa el sábado a las 16:00 y luego iremos a dar un paseo por toda la ciudad en moto

— Eso sería genial, Mikey, Gracias. — dijo la chica dándole a su amigo-novio una gran sonrisa.

 — dijo la chica dándole a su amigo-novio una gran sonrisa

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Takemichi se encontraba en su habitación hecha un desastre, mientras sacaba y sacaba ropa de su armario, desparramándolas por todo el lugar. Sus padres, quienes les habían llamado más de una vez para que fuera a cenar, enviaron a su hermana mayor a ver porque la menor de los Hanagaki no se aparecía por la cocina, pero escuchaban tanto ruido dentro de la habitación de ella que ya se sentían bastantes preocupados. Entonces, cuando Tomoyo Hanagaki entró a la habitación de su hermana pequeña, tras golpear la puerta y escuchar la indicación para pasar. Se vio totalmente sorprendida al ver a Takemichi rodeada de un montón de prendas desparramadas por el suelo y sobre la cama, y ella sentada llorando en medio de la habitación en una postura de derrota y desánimo sobre el suelo.

— ¿Qué pasó? — preguntó Tomoyo bastante sorprendida

— Mikey... me... me invitó a una cita el sábado y no sé que ponerme — respondió Takemichi, mientras lloraba de impotencia al no hallar una prenda bonita para ese día. Tomoyo suspiró entre aliviada y algo molesta. Aliviada porque no se trataba de algo tan grave, y molesta, porque para variar, Takemichi estaba haciendo todo un drama por algo tan simple.

— Papá y mamá te han estado llamando hace varios minutos para que vayas a cenar — le dijo su hermana mayor — te prometo que resolveremos tu pequeño dilema después de comer, y si quieres, yo te ayudaré a ordenar y juntas buscaremos algo lindo.

Camino de Bambú (LIBRO 2)Where stories live. Discover now