Capítulo 7: Inseguridades a la vuelta de la esquina

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Durante mis clases no podía dejar de tener un a horrible ansiedad al pensar que haría Zim y Gir solos en mi hogar. Podían hacer lo que sea como: incendiarlo, demolerlo, hacerlo explotar, meterse al laboratorio de mi padre y tal vez empiecen a destruir todo o a combinar sustancias corrosivas.

-Joven Membrana ¿Se encuentra bien?. Lo noto un tanto inquieto- Pregunto el profesor, llamándome la atención por al estar con la mirada perdida y tener un tic nervioso en una de mis piernas.

- Sí, señor... estoy bien, no se preocupe - Conteste un poco avergonzado al percatarme que todas las miradas del salón estaban puestas en mí. Agache la mirada hacia mis apuntes, ignorando lo que había pasado y controlando el impulso de ansiedad.

Debía calmarme y respirar profundo, no debía hacer que se notara mí comportamiento nervioso. Tenía que ocultar mis inseguridades y comportarme lo más normal o "perfecto" como siempre lo había demostrado.

Se escuchó la campana que daba inicio al tiempo intermedio de descanso entre las clases, lo cual no era algo que disfrutara en su plenitud, ya que la mayoría del tiempo me la pasaba sentado leyendo algún libro en mi celular o durmiendo un poco en alguna esquina poco concurrida de la universidad (No era activamente sociable en la universidad y tampoco alguien interesante que se podía relacionar con facilidad con grupos. No tenía amigos y estaba mejor así).

Sin embargo en aquel pequeño receso fue algo diferente.

Fui a la cafetería a pedir un café para luego sentarme en una de las mesas metálicas vacías de cafetería y centrar mi atención hacia la ventana. El día era medianamente nublado pero aun así el sol trataba de no ser opacado por las nubes grises.

Mi extraña reflexión sobre el clima se fue interrumpida cuando alguien se sentó en mi mesa y menciono mi nombre.

-Hola Dib- Saludo una voz familiar

Desvié la mirada de la ventana y observe aun chico cabello pelirrojo encrespado que complementaban bien con sus ojos carmesí. Vestía su clásica playera azul con un arcoíris, su saco de la fraternidad del equipo de futbol de la universidad y un jean rasgado verde oscuro que hacían juego con sus zapatillas negras. El pequeño compañero obsesivo con las amistades (que anteriormente estudiaba a su lado en la eskuela) se había puesto en forma en los últimos después del fallecimiento de aquella ardilla que decía que era Zim.

-Oh.. Hola Keef, hace tiempo que no te veía por estos lados - Comente con un leve sonrisa.

-Que te puedo decir? Los arduos entrenamientos del equipo me han tenido ocupado últimamente y muy pocas veces puedo pasar por aquí, pero sé que nuestro entrenamiento nos ayudara a ganarles a los de la universidad del norte. Por cierto... ¿Cómo te ha ido últimamente?

-Pues supongo que bien... muchos estudios y bastante insomnio. Pero Hey! al menos me mantengo en pie y no llego tarde a las clases como cuando estábamos estudiando con el Sr. Bitters.

El chico al frente sonrió en un suspiro para bajar la cabeza, claramente le dio un golpe de nostalgia al recordar esa época.

-Que tiempos amigo, donde tú eras un rarito con fijación a lo paranormal- Fruncía el señor hacia aquella vaga descripción de mi antiguo yo- y cuando tú peleabas por todo con mi mejor amigo Zim, diciendo que era un extraterrestres y esas locuras. Aun lamento su muerte.- Bajo la cabeza un poco melancólico.

Me limite a observar a otra dirección un poco incomodada, ya que era raro que se lamentara por la muerte de una simple ardilla que creía que era Zim. Pero en aquel silencio el chico pelirrojo volvió a hablar.

-Bueno no importa- Volvió a retomar su postura y su sonrisa- No vine solo para saludarte, también quería invitarte a la primera fiesta del año- saco un panfleto un poco arrugado de su bolsillo y me lo ofreció.

Defect stars (Invasor zim) (Au)Where stories live. Discover now