𝗖𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗹𝗮𝘀 / 𝗘𝗺𝗶𝗹𝗶𝗼 𝗟𝗮𝗿𝗮

Capitulo 3.

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Era jueves por la noche y las gradas del campo de americano estaban llenas. Todo mundo alentando al equipo hacia la victoria, lanzando porras a cada uno de los jugadores y celebrando cada que caía un touchdown. Por mi parte estaba nerviosa, no dejaba de mover los dedos inquieta. Si tuviera uñas posiblemente me las estaría mordiendo ahora mismo.

Aarón seguía siendo observado por visores de equipos de la LFA. A pesar de que ya había un equipo interesado en él, aún había otros que querían entrar a la pelea.
Confiaba en mi hermano y en sus capacidades pero cada partido es distinto y los rivales tampoco van a ceder, eso hacia que el panorama se complicará.

Quedaba minuto y medio de último cuarto. Iban arriba en el marcador pero la diferencia era mínima, si el otro equipo aprovechaba está jugada ofensiva los dejaban sin la oportunidad de poder remontar.
Todo el mundo se emocionó cuando uno jugador de nuestro equipo interceptó el pase del rival y se fue corriendo hasta la zona de anotación. Se aventó una carrera impresionante que nos dejó la victoria.
Se había sufrido en el partido pero afortunadamente de logró conseguir el objetivo.

Mis padres y yo esperamos a que Aarón saliera de los vestidores. Aún sentías la adrenalina del partido y sabía mejor cuando consigues la victoria. Mi hermano salió ya cambiado y bañado, nos acercamos los tres a darle un abrazo. La verdad es que había jugado bastante bien.

— Felicidades mi niño. — expresó mi mamá. Aarón se avergonzó un poco por como lo había llamado.

— Gracias mamá. — respondió — ¿Hablaron con algunos visores?. — preguntó ansioso.

— No hablamos mucho pero si pidieron tus datos. — respondió papá.

A veces los visores actúan así. Van, te observan y después te quitan el sueño por muchos días hasta que por fin llega el momento en el que te aceptan.

— Quédate tranquilo hermano. Estoy segura que van a llamarte y te empezarán a llover ofertas. — lo animé.

— Eso espero Regi, eso espero.

— ¿Qué les parece si vamos a cenar?. — sugirió mi papá — ¿Qué se les antoja?.

— ¡Hamburguesas!. — gritamos mi mamá y yo al mismo tiempo.

Aarón también estuvo de acuerdo, nos encaminamos al auto para después ir al McDonald's más cercano que era el que estaba dentro de un centro comercial.
Mi hermano y yo caminábamos juntos, estaba agarrada de su brazo mientras que mis papá venían atrás de nosotros.
Entramos al restaurante, apartamos una mesa. Papá y Aarón se encargaron de hacer el pedido.

Mamá y yo platicábamos del gran partido que había dado mi hermano hasta que llegaron con las dos charolas con la orden.
Pasamos un muy buen rato cenando hasta que regresamos a casa. Mis papás y Aarón fueron directamente a dormir pues ya estaban cansados, yo me quedé un rato más despierta.

Aproveché que no tenía sueño para preparar mis cosas de la universidad para mañana. Me coloqué mi pijama y fuí al baño a desmaquillarme y hacer una pequeña rutina de skincare. No era tan sofisticada ni tampoco usaba tantos productos pero me hacía sentir bien cuidarme.
Recostada en mi cama, revisaba Twitter compartiendo los tweets con los que me identificaba. Me llegó un mensaje de Emilio.