𝗖𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗹𝗮𝘀 / 𝗘𝗺𝗶𝗹𝗶𝗼 𝗟𝗮𝗿𝗮

Capitulo 14.

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Terminé de correr por la pista de la universidad. Me detuve en el mismo punto donde había comenzado para recuperarme. Hace tiempo que no realizaba mucho ejercicio, incluso ya no asistía al gimnasio porque no tenía tiempo. Las tareas de la universidad me consumían.

Karla estaba esperándome sentada en una de las gradas leyendo. Me acerqué a ella pues le había encargado mis cosas.

— Por fin estás aquí.— dijo aliviada.— Tu celular no deja de vibrar por tantas notificaciones.

Me lo extendió.

Y es que desde que subí esa fotografía a mi historia me han llegado un sinfín de seguidores, incluyendo cuentas fans de Emilio.

Al principio no me molestaba, pero después eran más y más personas que me seguían o me enviaban mensajes así que tuve que poner mi perfil privado.

— ¿Y? ¿Cuántos seguidores ganaste hoy?.— preguntó en tono de burla.

— Cierra la boca.— le respondí.— No pensé que subir esa foto me llevaría a esto. ¡Ni siquiera se le ve la cara!

— Amiga es que eso no fue necesario. Tan solo analiza los hechos: hace un mes Emilio dijo en una entrevista que tenía novia, obviamente iban a estar investigando de quién se trataba, después tú subes una fotografía con él.— explicó.— Las fans conocen a sus ídolos. ¿Tú crees que no lo reconocen físicamente?.

Tenía un punto válido.

— ¿Entonces dí a entender que soy la novia de Emilio?.

— Prácticamente si. O al menos eres la opción número uno.— respondió.— Lo bueno es que Emilio no lo subió a su historia así que puede que generé un tipo de duda.— alzó los hombros.— Regi...

— ¿Si?

— ¿Por qué subiste esa foto?.— me preguntó. De hecho se había tardado en hacerla.— Porque tú fuiste quien impuso la regla de no redes sociales y tú la rompiste.

Si, fue mi regla y una de las principales que no quería romper porque sabía que me traería problemas con mi hermano. Más bien un interrogatorio seguro.

Pero todo eso no me importó cuando decidí subirla a mo historia.

— Me nació hacerlo. Es todo.— contesté.— Quería demostrarle a Emilio que pasé una buena tarde con él.

Sonrió pícara. Como si creyera que hay otras intenciones ocultas que no quiero aceptar.

Pero no es así.

— Amiga, es viernes, salgamos a un lado.— sugiero Karla.— Quiero ir a divertirme. Esta maldita universidad me está consumiendo.

Me identificaba con ella. Yo también quería ir a despejar mi mente y olvidarme de todo por una noche.

— Si, salgamos.— acepté.— ¿Qué tienes en mente?.

— Aún no está decidido pero te enviaré la ubicación del lugar, ¿Te parece?.

— De acuerdo.

Karla se fue porque su papá la estaba esperando en la entrada del campus.

Me coloqué mi sudadera y mis audífonos para después dirigirme a la salida de la universidad y comenzar mi camino de regreso a casa.