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Escena 1-La marioneta con las cuerdas rotas.

El doncel más bello del mundo bailó en el centro del Gran Salón, cuando terminó la canción levantó la mano en señal de saludo.

La gente que lo rodeaba lo aclamaba y derramaban vino de sus copas.

—¡Por favor, baile conmigo también, Su Alteza!

—¡Es mi turno ahora, Su Alteza!

El nombre del doncel era Kim Seokjin, era el primer príncipe del Imperio de Eldaim.

También era el hermano mayor de Su Majestad, el emperador Kim Taehyung.

—Ahora es el turno del emperador.

Taehyung, que había estado observando el pasillo con la barbilla en la mano, pronto se dirigió a Seokjin. Sustituyó su expresión fría por una sonrisa y colocó sus labios en la parte posterior de su mano.

—Feliz cumpleaños hermano, hoy, mañana y siempre, por favor sigue siendo tu hermosa persona.

Seokjin rio ante las palabras de Taehyung —Es como si te pusieras miel en los labios!

Esos halagos de clase media eran su tipo favorito.

Taehyung se burló internamente de su hermano, que buscaba validación a través de esos cumplidos sin sentido.

"Tienes que seguir siendo hermoso para que tu utilidad no disminuya"

Los únicos méritos de Seokjin eran su legitimidad en el linaje imperial, su símbolo como el doncel más bello del Imperio y su condición de Doncel Imperial.

"Mi hermoso y tonto muñequito"

—Oh, Tae —dijo Seokjin. Él lo agarró y enderezó su cuello con sus largas manos —Todavía eres un niño.

En realidad, su actitud era poco menos que una lesa majestad. Sin embargo Seokjin ni siquiera se dio cuenta de que era un problema. Veía a su hermano pequeño como alguien inferior a él, alguien de quien tenía que ocuparse. Esa era una percepción errónea que el propio Taehyung había fomentado poco a poco.

—¡Te gustan tus regalos? —preguntó Taehyung.

—¡Mucho! Me gusta especialmente este traje.

—Como te gustan las rosas, he querido regalarte un atuendo que te recuerde a ellas.

Tiernamente acomodo un mechón de pelo detrás de su oreja y Seokjin aceptó despreocupadamente su toque.

Estaba acostumbrado a ese tipo de amabilidad porque había sido amado por muchos.

—Ahora, ¿Me harás el honor de bailar juntos?

—Con mucho gusto.

La música comenzó de nuevo mientras se colocaban en posición.

Hoy, como todos los demás días, Seokjin bailó sin parar.

En el Gran Salón, y en manos del emperador.

.

.

.

—¡Taehyung!

Seokjin entró corriendo en la habitación del emperador.

—¡¿Cómo has podido...?! —Los asistentes a la corte se asombraron de su descaro. Aunque era el príncipe, todavía habían reglas que Seokjin tenía que obedecer.

Incluso Seokjin, por muy ignorante que fuera, no podía llamar al emperador por su nombre ni entrar en su habitación sin su permiso. Su comportamiento temerario no hizo más que empeorar con el tiempo y finalmente lo llevaría a la ruina.

The Emperor's Doll - KookjinWhere stories live. Discover now