The Emperor's Doll - Kookjin

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Además de los reclutados para la recuperación de tierras, el Ejército Central reforzó la seguridad organizando una nueva unidad. Buscaron a los malhechores que intentaron dañar al príncipe Seokjin con la intención de arrancarles todos los miembros.

Gracias a ello, la Capital volvió a congelarse en un cálido día de primavera como si hubiera sido sacudida por una ventisca.

Era imposible saber quién sería decapitado por la espada que sostenía el príncipe Seokjin.

Seokjin, sosteniendo la empuñadura, sacó con unas pinzas las rodajas de limón confitadas y las mojó en su té negro.

—Su Alteza no puede comer sólo dulces.

Ante las palabras de Jimin, Seokjin, que intentaba comer unos caramelos, hizo una pausa. SeuYi, que estaba escribiendo el informe, levantó la cabeza.

—¡Ah, Su Alteza ha comido muy poco hoy!

Seokjin entornó los ojos para mirar al asistente de honor, pero SeuYi parecía inflexible.

—… bueno.

Dejó las pinzas insatisfecho. Era bueno que los asistentes fueran competentes, y sin embargo..

Entonces Misuk condujo a los criados al dormitorio. La pila de ropa y accesorios para que Seokjin se pusiera en la fiesta del té de hoy empezó a aumentar continuamente.

—¿Qué te parece este traje para la fiesta del té del noble Jiyu de hoy? Quedará sofisticado con los colores vivos y las tiras plateadas.

—Debería ponérmelo.

Cuando su tío materno MinSu se hizo cargo de la familia, Jiyu y Soobin se trasladaron a la otra residencia. Se suponía que Soobin regresaría antes de la escuela y asistiría a esta fiesta, por lo que Seokjin podría encontrarse con él después de mucho tiempo.

Se puso la pulsera con el colgante en forma de luna que recibió de Soobin como regalo de cumpleaños.

—Es la única fiesta a la que asiste Su Alteza después de declarar su ausencia en todas las fiestas debido al último incidente, así que el índice de competencia para llegar allí será alto.

Seokjin sonrió y dio un sorbo a su té, escuchando a Jimin. El agridulce jarabe de limón combinaba bien con el sabor amargo del té negro.

—El potro fue enviado directamente a la mansión del noble Jiyu. —Dijo Misuk, decorando el pelo de Seokjin al mismo tiempo.

Antes, Seokjin le pidió a Misuk que le enviara un potro a Soobin como regalo.

—Gracias.

SeuYi, que había escrito todos sus informes de trabajo, se acercó a Seokjin con el corazón palpitante.

—Has mejorado considerablemente —dijo Seokjin, comprobando.

SeuYi se alegró de oírlo. También trajo el siguiente informe con expresión emocionada.

—Y mi hermano se puso en contacto con la estimada señora Jeon; vamos a unirnos a su proyecto de caridad.

Era cierto que se le había dado una oportunidad que no podía desaprovechar, pero SeuYi parecía haber trabajado mejor para persuadirlo.

—Debes haber hecho un buen trabajo para persuadirlo.

Alabó Seokjin a SeuYi con orgullo.

SeuYi se enderezó, luego realizó una leve pero elegante reverencia.

—Estáis exagerando, Alteza. Sólo hice lo que tenia que hacer.

Todos estallaron en carcajadas ante su hábil acto de modestia.