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Seokjin salió de la mansión antes de que fuera demasiado tarde. Tras volver a su habitación editando el espacio se quitó la bata y luego desordenó moderadamente su ropa de cama.

Seokjin no se olvidó de tomar también el Elixir, por si acaso quedaba alguna marca en su cuerpo. Por no hablar del banquete, había muchas cosas que comprobar de antemano. En un día así, los criados acudían a su dormitorio a primera hora de la mañana, pues sabían que Seokjin se despertaba al amanecer. Y, como era de esperar, pronto llegaron Sofi y otros asistentes menores.

—¿Se ha levantado, Alteza?

Seokjin corrió las cortinas de la cama como si acabara de despertarse.

—El agua del baño está lista.

Desde hace unos meses, el Príncipe comenzó a pasar su tiempo con estricta puntualidad. Los cortesanos del Palacio Imperial ya estaban acostumbrados a preparar el desayuno según el horario de las primeras horas. Cuando Seokjin se levantaba le ayudaban a poner sus zapatillas, le ponían sobre los hombros una suave manta de piel de marta. Habría sido un desastre que el príncipe se resfriara debido a su fino camisón.

Seokjin avanzó hacia el cuarto de los armarios. Estaba claro que los asistentes ya habían preparado esta habitación antes de acudir a él. Todavía era de madrugada, por lo que no había suficiente luz natural, las lámparas y velas estaban encendidas. Sobre una mesa estrecha y alargada, estaban colocadas, una tras otra, las prendas listas para vestir. Seokjin miró el traje de banquete preparado de antemano mientras empezaba a cambiarse.

—No hace falta usar un traje de fiesta.

Hoy no tenía intención de ir al Gran Salón. A nadie le extrañaría que faltara un día por el incidente del tiroteo de ayer.

—Prepara ropa de plebeyo y una túnica oscura para ocultar mi apariencia.

A pesar de estas inesperadas instrucciones, los sirvientes no se desconcertaron y enseguida encontraron el material adecuado. Sofi puso ojos en blanco, quería llevar esta noticia rápidamente al Palacio del Príncipe Taehyung, pero todavía tenía que preparar el desayuno de Seokjin. Pero su veloz maestro no habría tardado en darse cuenta de lo extraño de la situación, aunque hubiera sido un poco tarde.

Sofi le había servido una sopa de calabaza con mucha crema, pensando que estaba siendo lo suficientemente precavida. Seokjin cogió su plato y se sirvió la sopa con una cuchara de plata. No había nada más que preparar mientras. Seokjin recibió el informe de la identidad del alborotador armado que fue interrogado durante la noche.

—Es el vizconde Kate. Un noble de provincias, que solía ser comandante de bastantes soldados. Se descubrió que su familia se endeudó y ahora es absorbida por un hombre llamado Conde Zodiac.

El Conde Zodiac era otro apodo del bajo mundo de Hoseok.

Seokjin se rió.

“Tengo que inventarme un apodo así para entrar en el mundo oscuro”

—Bien, asegúrate de descubrir la identidad de Zodiac.

Al final sería Hoseok.

“El único que sabe que el Conde Zodiac es Hoseok es el Marqués Choi...”

Además, se informaba del número de tropas centrales que se movilizarían hoy para la recuperación de tierras, y del estado de preparación de los comedores sociales que se instalarían en toda la capital.

Alguien llamó a la puerta. Cuando esta se abrió, Dan, un caballero directamente dependiente de la corte imperial, entró en la habitación.

—El carruaje está listo.

The Emperor's Doll - KookjinWhere stories live. Discover now