MAGNATE AMADO

Capítulo 35

Unos golpes sobre su frente le hicieron abrir los ojos pesadamente, frente a él y a escasos centímetros el rostro de Steven se manifestó, sonriéndole de forma alegre.

-Eres aun más guapo cuando duermes bombón - dijo Steven.

Llevo una de sus manos a su rostro y tallo sus ojos, espantando los rastros de sueño, giro un poco el rostro, mirando a Aleidy aun profundamente dormida junto a él, para después regresar la mirada a los ojos verdes de Steven.

-¿Pasa algo, Steven? - cuestiono Alexander.

La sonrisa de Steven creció.

-Si bombón, hoy es mi gran cita con mi italiano, así que tengo que prepararme - respondió el chico.

Alexander asintió a sus palabras.

-¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? - pregunto.

Steven asintió.

-Si, vete, me arreglaré en tu habitación y las chicas vendrán a ayudarme en un momento, así que levanta tu lindo trasero de la cama - pidió Steven sonriendo.

Alexander alzo las cejas, sorprendido.

-Pero tu cita es hasta la noche ¿no? - pregunto Alexander extrañado.

Steven rodo los ojos.

-Si cariño, pero apenas tengo el tiempo para arreglarme - respondió mirando su reloj en su muñeca.

Alexander suspiro.

-Tienes todo el día Steven - contradijo el magnate.

Steven rodo una vez más los ojos.

-Hombre tenias que ser, ustedes los hombres no entienden esto - parloteo Steven.

Alexander frunció el ceño con confusión, Steven lo miro insistente.

-Vamos arriba bombón, ve a hacer ejercicio o comer algo o ganar dinero, vete ahora - insistió Steven.

Alexander suspiro, dándose por vencido, levanto las manos acatando la orden de Steven, se movió en la cama, lo que provoco que Aleidy se despertara.

Abrió los ojos adormilada, Steven le sonrió jovial.

-¡Ay! Hola pastelito - la saludo alegremente.

Ella lo miro un tanto confundida.

-Hola Stev - respondió ella sentándose en la cama, aun adormilada.

Alexander se giró, miro a Aleidy y le regalo una sonrisa suave, se acerco a ella y le dio un pequeño beso en los labios.

-Buenos días, mi amor - saludo Alexander con la voz un poco ronca.

Aleidy le sonrió dulcemente.

-Buenos días mi cielo - respondió ella.

Steven suspiro mirándolos.

-Si, si, muy lindos y todo, pero necesito que me ayudes a arreglarme - interrumpió Steven.

Aleidy le sonrió y asintió, Steven miro con una ceja arqueada a Alexander.

Este rodo los ojos y alzo las manos, derrotado.

-Si, si ya me voy - dijo el magnate, levantándose de la cama.

Se puso de pie, dejando su cuerpo a la vista, el cual solo era cubierto por un bóxer ajustado, Steven abrió los ojos y la boca con impresión, recorriendo el cuerpo de Alexander de arriba abajo.

Lo siguió con la mirada hasta que Alexander se metió al baño.

Aleidy le dio un almohadazo a su amigo, atrayendo su atención.