Capítulo 21

36.4K 1.6K 1.1K
                                    

Dedicatoria especial para; Javiera Constanza;

*

Los guardias de Alexander llegaron rápidamente, alejando a todos los reporteros de nosotros.

Mi mirada estaba clavada en la chica frente a nosotros, sus ojos verdosos me miraron de arriba abajo, lentamente la solté y tomé el brazo de Alexander.

El cual me miraba con asombro y un brillo en sus ojos, pude notar como luchaba por esconder una sonrisa.

Tranquila, tranquila, piensa en perritos.

-Nos podemos ir... - pedí en un susurro desviando la mirada.

Pude sentir mis mejillas calientes, completamente sonrojada.

-Si mi amor, lamento este desafortunado incidente, vamos pequeña - respondió alexander tomando mi cintura.

Miro a la chica con frialdad, pero ella tenía puesta su mirada en el brazo que alexander tenía en mi cintura.

-¿Esta embarazada? - pregunto Samantha mirando mi vientre.

Abrí los ojos con sorpresa.

-¿De que hablas? - dijo Alexander fríamente.

-Por eso te casas con ella, ¿verdad? - añadió ella.

Tense mis labios, y baje la mirada, de seguir viendo aquellos labios rellenos de silicón, mi razonamiento se iría.

-Apártate del camino - gruño Alexander.

Caminamos alrededor de ella, y rápidamente nos dirigimos a la salida, escoltados por guardias de seguridad, al igual que los chicos, quienes se quedaron atrás.

Pero algo me decía que esta no sería la última vez que ella se presentara, quizás un segundo encuentro no seria como el de hoy.

Unas grandes camionetas marca Cadillac negras, estaban estacionadas afuera, esperando por nosotros.

Uno de los guardias nos abrió la puerta, en la calle había muchos más reporteros, los cuales dispararon sus flashes hacia nosotros, me subí rápidamente a la camioneta.

Sintiéndome repentinamente abrumada y con dolor de cabeza, necesitaba mis medicamentos.

Una vez que Alexander se subió, observe como los chicos también subían a distintas camionetas.

Tomé mi pequeña mochila, y la abrí sacando mis medicamentos.

-¿Te sientes bien, mi amor? - la voz de Alexander me distrajo.

Levante la mirada y el me veía con preocupación.

-Si - respondí seca.

Tome las pastillas, y con una botella de agua que había en el interior del vehículo me las tome

Las guarde de nuevo, y abrace mi mochila mirando por la ventana.

Alexander se acercó a mí, me abrazo y yo recargue mi cabeza en su pecho mientras soltaba un suspiro.

-Eres tan perfecta mi amor - susurro suavemente.

Sonreí sintiendo cosquillas en mi vientre, el siempre sabia que decir en el momento indicado.

Con unas solas palabras podía subir mi animo tan alto, solo él podía luchar contra los fantasmas del pasado, solo el amor que sentíamos podía destruirlos.

El amor que sentía por él, destruía todos los demonios que amenazaban por caer en mis inseguridades.

Definitivamente Alexander Hudson sería el amor de mi vida.

MAGNATE AMADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora