Capítulo 111. ...

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Lo último que recuerdo antes de caer dormida, fueron mis labios siendo presionados suavemente por los de Bakugo, y claro, sus manos recorriendo mi espalda antes de cubrirme con la cobija, seguramente para que no pasara frío. Cuando abrí los ojos el día siguiente, pude ver los ojos rojos del rubio mirándome fijamente, toda persona pensante apartaría la vista para disimular, claro que Kacchan era la excepción. Él me siguió mirando, para luego apartar algo de mi pelo que caía gracias a la obra de la gravedad de mi cara, debo aclarar que estaba sentado en el suelo a un lado de la cama.

-Buenos días- dijo Kacchan con una voz bastante tranquila, se habría enfermado?
-Buenos días- tome la cobija y me escondí en ella
-Tienes temperatura, lo mejor es que sigas durmiendo, la habitación se seguirá calentando para que puedas sudar, así te sentirás mejor- se levanto, tomando una cubeta con agua y poniendo en su hombro una pequeña toalla -Iré a traerte un té, tu padre no tarda en venir a ver cómo sigues-
-Cómo estás tú?- cuestioné mientras me levantaba un poco para ver cómo se dirigía a la puerta, listo para salir -Te sientes bien? Estás muy tranquilo, te dije que te enfermarías y aún así no hiciste caso, eres un terco...-
-Solo recuéstate- regresó para darme un beso en la frente y me obligó a volver a la cama -Estoy bien idiota, solo...preocupado por ti, ardiste de fiebre anoche, el profesor Aizawa quería llevarte al hospital, pero el director dijo que estarías bien si te teníamos vigilada, hicimos guardias para cuidarte, así que también estoy cansado, bien? No pude pegar ojo en toda la noche-
-Por qué no vas a dormir un rato a tu habitación? Me siento bien, te aseguro que estaré bien-

Le sonreí para darle tranquilidad, claro que no importó mucho, pues tuve que insistirle para que aceptara a ir a su habitación a dormir aunque sea una hora. Accedió dando un suspiro, en el fondo quería que se quedara, pero no lo podía arriesgar más, y como si hubiera leído mis pensamientos tal y como Anya en spy family, se acercó a darme otro beso en los labios; a comparación del beso de anoche, fue brusco y nada delicado, se separó con una sonrisa algo difusa de interpretar, era entre burlona y con ternura. "No vuelvas a decir que me vas a enfermar o te va a ir mejor", luego explico que ese mejor sería para él. Se despidió, teníamos nuestras manos juntas, entrelazando los dedos, así que cuando se paró, fue soltando poco a poco y como si se tratara de un fanfic de wattpad, se fue. No pude evitar lamentarme de haberlo corrido, pero era lo mejor, además, no quería que me viera sudando como cerdo. Me levante con las pocas fuerzas, el resfriado si que se había intensificado y fui a bañarme, además de poner el vapor para poder respirar adecuadamente. Finalmente regrese a la cama y justo cuando iba a dormir, papá entro a mi cuarto.

-Cómo estás?- me dio un té de lavanda y menta -Yaoyorozu te lo envía-
-Estoy mejor, puedes agradecerle de mi parte a Momo?- tome el té y le di un pequeño sorbo -Le falta azúcar-
-Toma- me entregó unos cuantos sobres de azúcar, seguramente robados de la sala de profesores de la U.A -Que sea la última vez que juegas así en la nieve-
-Ya les dijiste algo a los demás? O el regaño es solo para mi?-
-Tú eres mi hija, a pesar de que aquellos son mis retoños, sigues siendo mi prioridad, así que deja de hacer esas estupideces, ayer casi me da un infarto- comenzó a limpiar los papeles que estaban a nuestro alrededor -Crees que me gusto verte toda roja? Hirviendo? No podías ni hablar, sólo balbuceabas-
-Lo siento papá...-
-Solo quiero que estés bien, si? No estoy enfadado contigo, solo que no me gusta que mi única hija esté así de enferma- suspiro y se sentó a mi lado -Te traje estas pastillas, te ayudará a eliminar el dolor de cabeza que seguro tienes-
-Gracias pa-
-Promete que no harás eso de nuevo- se aseguró que tomará mis pastillas
-Te lo prometo-
-Así no- me extendió la mano y mostró su meñique -Quiero una pinky promess-
-Bien- junte mi meñique con el suyo -Pinky promess-
-El pajarraco vino a visitarte, pórtate bien- me despeino y abrió la puerta, dejando ver un gran ramo de flores seguido del rubio con alas
-Bell! Cómo estás? Cómo te sientes?!-
-Te trajimos un...pe...pequeño detalle- la voz de Tamaki apenas se escuchó detrás de Hawks
-Fat gum me pidió que lo trajera conmigo, igual que a los otros dos, pero se perdieron en el camino, los consumió el espacio tiempo, supongo-

Reí ante su comentario y le agradecí por las flores, papá salió de la habitación mientras que Hawks me platicaba de miles de cosas para olvidar mi sufrimiento. Tamaki solo observaba desde lejos, y si llegaba a estornudar, toser o necesitar papel, estaba listo para pasarme lo que fuera. Hawks me platicó de sus conversaciones con su gran amigo Endeavor, sinceramente me bloquee, no quería saber nada del padre de mi amigo de la infancia, por otra parte, mi atención se fijó en Tamaki, quien observaba mis collares colgados en un organizador. Pude ver cómo sonreía ligeramente ante un collar con un diminuto dije de pulpo, era obvio que le gustaba y a mi también, después de todo, lo compré poco después de conocerlo. Hawks no paraba de hablar, incluso su buen estado de humor fue contagioso que ya no me sentía de la patada, a pesar de eso, su visita no duró mucho, unas pocas horas, pues un Bakugo entró a la habitación con medicamento y comida, con el argumento que papá había ordenado que durmiera otro rato más para poder recuperarme pronto y seguir con nuestro entrenamiento para ser héroes. Los chicos aceptaron, se despidieron y salieron de mi habitación.

-Hazte a un lado- advirtió antes de dejarse caer en mi cama
-Que no ordenó mi padre que "todo mundo saliera"?-
-Yo no me voy a ir, haz lo que quieras, ahora tómate eso de una vez- me miró fijamente hasta que tome mi medicamento -Buena chica-
-No digas eso, se escucha como si fuera un perro, suficiente tengo con que Jake y papá me despeinen cuando dan amor-
-Eres mi chica, que esperabas?- se puso a mi nivel y me beso
-Desde cuando soy tu chica?- lo mire retadora -Y que te hace creer que quiero serlo?-
-En primera, no lo negaste, en segunda, lo eres desde ahora...- se acercó a mi cuello y me hizo una marca -En tercero, es tu decisión corazón, si quieres serlo o no, sabes dónde es mi habitación-
-Eres un idiota Bakugo Katsuki-
-Solo ven- me volvió a atraer a él y nuevamente me besó -Dame una maldita oportunidad, te lo pido Aizawa Isabell, eres la única que es capaz de estar conmigo-
-Wow, no sé si sentirme halagada o...- un beso más
-Si o no?-
-Bakugo, sabes que...- otro más
-Si o no?- repitió con una sonrisa, agradecía que aún tenía la cara roja por la fiebre
-Al menos me dejas pensarlo?- tome sus manos, las cuales sostenían mi cara
-Esta bien, pero quiero algo a cambio-
-Solo te pedí pensarlo, que es lo normal y aún así quieres algo a cambio?-
-Quiero quedarme otra vez, esta noche contigo-
-Sabes? Cuando quieres puedes llegar a ser igual de tierno que Deku- la mirada fulminante del rubio se hizo presente -Solo digo-




Hasta aquí este capítulo!!
Saben que con todo el amor se los traigo
Evidentemente la pregunta se las hizo nuestro queridísimo Kacchan, ustedes tienen la última palabra.
Esta vez no habrá hora triste, gracias a todo lo sucedido con el paro del prota hoy, creo que sería mucho para nuestro corazoncito.
Recemos porque nuestro musulman esté bien y no nos lo maten.
Los, las, les amo!!!
Fotito para ser felices

Los, las, les amo!!! Fotito para ser felices

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