Capitulo 4

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Betty recogía sus cosas, el día había pasado con más calma para ella, tener una aliada dentro de la empresa realmente era una ayuda grande.

Ya no había nadie, Don Armando se había ido a su departamento temprano de sorpresa, Betty había rechazado el aventón de sus amigas y Patricia, bueno de ella realmente no sabía la situación, pero agradecía no verla.

Se dirigía al ascensor pero se encontró con Marcela, pensó que se había ido como todos los demás así que la agarró de sorpresa.

-Pensé que se iría temprano a casa- Marcela le sorprendió que Beatriz no saliera corriendo solo terminando la jornada, Marcela no se fue antes por el hecho de verla, de alguna forma le hacía sentir que no estaba sola.

-Lo mismo digo, me quedé revisando algunas cosas para el balance de la siguiente junta Directiva- se quedó mirando al ascensor igualmente le aliviaba encontrarse con Doña Marcela, y podrían hablar libremente sin que nadie sospeche

-¿Algo de lo que deba informarme?

-Nada nuevo, el desastre sigue ahí, aunque me faltan revisar varias cifras más- dijo sacando unos papeles con mil números escritos en ellas, si no fuese por qué iniciaron con el pie izquierdo, Marcela admiraría realmente la inteligencia que Betty posee.

-cambiando de tema, ¿van a venir a recogerla?- si querían trabajar juntas, deberían empezar a tener más contacto que no fuera solo de trabajo o del asunto con Armando.

-No, me iré en Bus- dijo mientras el ascensor se abría y ambas entraban.

-¿Le gustaría que la llevara a su casa?- esa pregunta dejo pasmada a la de lentes, no solo eso, incluso Marcela se sorprendió de simplemente decirlo como si nada.

-No es necesario Doña Marcela, gracias, pero no quiero causar molestias

-No es ninguna molestia Beatriz...

Bien, ahora todo se había puesto incómodo

-mire, si queremos trabajar juntas en esto, debemos empezar a llevarnos bien- el ascensor se abrió y ambas salieron

-pensé que usted y yo ya nos empezábamos a llevar bien- Betty desconfiaba de las palabras de Doña Marcela, se le hacía ilógico querer mantener una relación amistosa con la que literalmente te pusieron los cachos.

-Y es así, pero, yo hablo de... una amistad- Bingo, a la mente de Betty solo se le venía que todo esto era una treta, un engaño, ella era totalmente como Don Armando, la utilizarían solo para mantener segura la empresa.

Nicolás estaba en lo correcto, sería igual que con Don Armando, mostrándose comprensivos y cariñosos al principio, queriendo forjar un lazo más fuerte para al final de utilizarlos, desecharlos como simples pañuelos.

Mientras toda la maraña de teorías paranoicas se desenredaba dentro de la mente de Betty, Marcela realmente era sincera con tener una mejor relación con Beatriz, después de todo, ambas estaban trabajando para vengarse de Armando, además de que vio sinceridad en los ojos de Betty cuando le dijo que quería arreglar todo lo que causó, algo en ella decía que podía confiar, que al fin, no estaría sola en una situación desagradable como está.

No tenía a nadie más de quien apoyarse, su familia, sus amigos, ellos no tendrían la decencia de consolarle, si no todo lo contrario, si ellos se enteraran todo se vendría abajo, todo sería un caos, su mundo simplemente se derrumbaría ante sus pies.

-No es necesario Doña Marcela, pero gracias, hasta mañana- sin más se fue dejando a Marcela sola.

Marcela entendía que no confiara en ella, después de todo nunca se llevaron bien desde un inicio, pero el rechazo la desánimo, salió de la empresa y subió a su coche, sería otra noche de lamentos en sus palabras, estar sola en su departamento la hacía sentir miserable, por el momento no quería tener contacto con Armando, no quería estar con el, pero a su vez le parecía peor estar sola.

Marcetty "Un contraataque"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora