Educando al Alfa

29. Última batalla y caos

La arena de combate estaba lista, el público abarrotaba el lugar ante la probabilidad de ver al futuro Alfa de la manada. Solo quince lobos eran los finalistas, debido a los heridos y a quienes decidieron renunciar.

En lugares preferenciales de la tribuna, estaban los miembros del consejo, sacerdotes que tenian gran poder en la manada, y ademas de los generales de las tropas. Todos ellos interesados en conocer al ganador.

Pronto ingresaron los participantes, cada uno mas aguerrido que el otro.

Haakon usaba una vestimenta blanca y sus armaduras brillantes lo hacian ver como un verdadero lobo guerrero de élite.

Sten era su contraparte, él no llevaba armaduras, tan solo portaba un pantalon ancho y bajo sus rodillas unas vendas hasta los tobillos lo protegían de la incomodidad, en su cintura atado con una correa de cuero, sus manos tambien estaban vendados, mas su torso estaba desnudo enseñando asi las marcas de años de entrenamiento y su cabellera estaba atada desordenadamente como siempre, contrastando asi con la capa de barba de su mandíbula.

Arin desde su lugar, solamente tenia en su campo de vision a Sten, confiaba en él y si en el peor de los casos, su plan terminaría no funcionando, pues huiría sin pensarlo con Sten.

—Los combates finales para decidir a la pareja de Arin Gregos, dará comienzo...— Fredrick miró a los ultimos contendientes, solo cuatro puros y los demas lobos comunes. —Que la Luna los guíe hacia la victoria y hacia el destino de Folke.

Despues de las palabras del Líder Alfa, su primer portavoz dió las ultimas instrucciones para los combates que serian cuerpo a cuerpo.

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Arin se escabulló de sus padres y fue corriendo hacia donde los participantes esperaban antes de salir a combate. En su camino se topó con Haakon que no pudo evitar sonreirle.

—¿Vienes a desearme suerte?

El doncel recordó lo que llevaba, asi que sacó un pequeño envuelto con un panquecito fresco y se la dió al alfa que gustoso la tomó y dió una mordida.

—Espero que puedas perdonarme— Susurra Arin, viendo que estaba cometiendo un acto vil, al darle de comer un panquecito que le causará sueño en poco.

—Solo quiero decir que si gano, espero que puedas darme una oportunidad de llevarnos bien.

Arin reaccionó rápido cuando Haakon quiso abrazarlo y se hizo para atras mientras negaba.

—Lo siento mucho, pero vine por Sten... realmente lamento que no pueda corresponderte, pero yo lo quiero a él.— Arin hizo una leve reverencia y se fue a prisa en busca del alfa.

—Arin.— Sten recibió en brazos al doncel que llegó ansioso.

—Vine a desearte suerte, estoy seguro que ganarás para poder estar juntos.

Su mirada expresaba ansias y confianza, por lo que el alfa solo sintió que tenia que ganar el torneo para finalmente tener al omega.

—Haré todo lo que esté en mis manos.

Arin movía su cabeza, confiando ciegamente en las palabras del alfa.

—Te amo, no lo olvides— Sonrió el doncel.

No hubo forma de evitar tanta ternura emanando de Arin, por eso a Sten no le importó estar a vista de otros, tan solo se acercó y probó de esos dulces labios que estuvo extrañando todo ese tiempo.

Una clara desilusion se vió en los rostros de los demas participantes que los veían.

—Esto es una muestra de total descaro— Freya llega al lado de su hermano, quien observa adolorido como Arin prefería a otro. —Aun puedes quitar a tu rival del camino— Le sugiere en voz baja.