Educando al Alfa

(Extra 2)

LEGADO FULKER

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Una relación entre un lobo puro y un lobo ordinario, era considerado como la caída en desgracia para los infractores y para su familia.

Tan sencillamente, desde que los lobos de sangre noble, decidieron mantener su linaje puro, fuerte, resistente y superior; no podian permitirse debilitarse con la sangre de un lobo común y sin ventajas. La costumbre pasó de generación en generación, donde los de linaje puro estaban en la escala mas alta y si no deseaban caer de su lugar, debia respetarse la tradición o deshacerse de la fruta podrida para que no infecte la cesta limpia.

Los Hold, familia pura. Eran una pequeña familia que vivía bien acomodada, el alfa puro Hold, tenia un cargo en la tesorería de la manada Sullys, lo cual le permitía sustentar en comodidad a su hogar.

En la hermosa casona de los Hold, vivían tan solo cuatro personas, ademas de los criados que atendían la casa. Una pareja de esposos y sus hijos Lyn y Carter.

Lyn era la menor de la casa y por ello la mas apegada a sus padres.

Con apenas quince años, recien comenzaba a comprender el mundo, que no todo era felicidad y que llegada a la adultez tendría una vida sombría y aburrida, siendo su único rol procrear y proporcionar herederos puros para quien fuera su esposo puro.

Ella no estaba deacuerdo con su suerte, pero no podia hacer mucho ante la severidad de su padre y los regaños de su madre, por lo mismo desde niña era formada para un día ser la esposa educada y servil que todos esperaban que fuera.

*

Tras tropezar en la calle, fue ayudada por unas omegas que se preocuparon, pero al contrario que ellas, Lyn solo sonrió, se sacudió el polvo de su vestido, levantó su libro y se marchó nuevamente corriendo.

La maestra que la esperaba, la regañó por llegar sucia otra vez, pero Lyn no podia hacer mucho, ella habia nacido asi, algo torpe y despistada.

Junto con mas omegas, pasaron clase tras clase de etiqueta y lecciones basicas que debian aprender en aquella academia para omegas puros.

—Una vez mas, ¿Cuáles son las reglas que todo omega puro debe seguir?— Le repitió la pregunta la maestra que perdia la paciencia.

—Uhm... Ser servicial, eh... elegante y graciosa... uh... ¿amable?— Lyn cerró los ojos cuando la maestra resopló y despues azotó sus palmas con una barilla de madera.

Lyn oyó los regaños de la mujer, pero qué podía hacer, si memorizar letras no era lo suyo, ella solo sabia ser despistada y torpe.

Sus amigos la animaron, pero la dura realidad no podia cambiarse tan facil.

Mientras avanzaban por los pasillos fríos, se toparon con un salon que tenia las puertas semiabiertas, allí un solo estudiante demostraba sus habilidades natas.

—Woah, el hijo del Alfa líder es excepcional— Admiró su compañera.

—Si, tienes razon— Concedió Lyn.

—Oí que ya está comprometido con el hijo primogénito de la manada vecina. Dicen que su boda hará a nuestras manadas mas fuertes— Les comentó otra.

Lyn estaba perpleja y admirada de tal perfección.

Soren apenas era un niño doncel, pero era el orgullo del Alfa líder que apostaba todo por su hijo. El doncel de apenas diez años, era un prodigio en casi todas las artes, era el mejor en la academia; modales, etiqueta, danza, canto, costura, cocina, decoracion e incluso combate, no habia nada que no dominara.