APOCALIPSIS ✔

Capítulo 3

Narra Alexandra

Desperté gracias a una serie de fuertes ruidos cerca de mí, era como si algo fuera azotado contra la madera y luego cayera al suelo, esta acción se repetía una y otra vez y yo no comprendía qué era realmente lo que sucedía. Con pesadez abro los ojos e inmediatamente los tengo que cerrar de nuevo pues la intensa luz del sol que atraviesa una pequeña ventana en la pared da directo en mis ojos. Al principio solo me siento algo aturdida, desubicada, pero después mi cabeza comenzó a doler horrores provocando que haga una mueca y lleve mi mano directo a esta, al tocar mi mano la cabeza puedo sentir un pedazo de tela rodeándola y antes de que siquiera pueda preguntarme el por qué llega a mi mente una serie de recuerdos del día de ayer, la casa, los zombies y por supuesto esos apuestos hombres que llegaron en mi rescate.

El cuerpo entero también me duele y he de suponer que la razón es por todos los golpes que el día de ayer me lleve, estoy cansada, cansada de correr, de tener miedo.

La situación siempre era así, había días en los que no se veían zombies por ningún lado, que todo era tranquilo, casi como si nunca hubiera pasado esa desgracia, pero también había días donde hordas completas de esos seres se veían deambular por todas las ciudades e incluso por los lugares que nunca fueron habitados, se veía como cazaban, como estaban atentos a cualquier ruido u olor que indicara que había humanos cerca. Supongo que al final de todo era cuestión de suerte que llegaras con vida al anochecer de un día y que despertarás al siguiente, nunca se puede saber si hay alguno de esos monstruos cerca de ti, no puedes cometer errores porque al menos en este nuevo mundo son los errores los que hacen que te asesinen.

Hace tantos meses que no veía a un solo humano que ahora mismo me parece tan extraño hacerlo, es como si mi mente regresara al pasado donde tenía mi vida normal, donde podía ver a mis padres y hermanos todos los días, incluso llegué por un momento a pensar que mi mente jugaba conmigo y que no eran reales, pero ahora que estoy aquí acostada en una cama creo que me alegro de que me hayan encontrado.

Decido salir de la habitación donde me encuentro para poder ver que es aquella cosa que genera ese ruido, al salir de esta observo como hay un pasillo corto y al final de este unas escaleras, en cuanto las bajo puedo ver frente a mí una sala de estar, a la derecha una habitación con la puerta cerrada y a la izquierda una pequeña cocina muy linda. Todo dentro de esta cabaña hace que me sienta nuevamente en casa gracias al ambiente hogareño que la rodea.

Al mirar por la ventana puedo darme cuenta de que estamos en medio del bosque, la cabaña no es muy grande, pero sí lo suficiente como para que vivan dentro un par de personas, me dirijo a la puerta de la entrada al percatarme que no hay nadie dentro de este lugar y al salir logro ver como a mi lado derecho se encuentran algunas camionetas y casas de campaña, al voltear a ver a mi lado izquierdo noto una fogata apagada, varias casa de campaña y al fondo un lindo huerto.

Observo con interés todo el lugar que me rodea, no es tan grande en realidad, pero si lo suficiente para que quepan al menos veinte personas con comodidad.