𝑺𝒐𝒄𝒊𝒂𝒍 𝑴𝒆𝒅𝒊𝒂┋ ❝Oh, flor lila, cuando caigan tus petalos será el adiós. Ámame sólo durante esta primavera, pues nuestro amor ahora es como un confuso sueño, como una nube a la deriva. ¿Me olvidarás algún día? ¿Olvidarás nuestros rostros y...
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— 🦋 —
Fue inevitable sonreír cuando vi el fondo de pantalla en su celular, el saber que alguien me aprecia a tal punto es un poco extraño para mi todavía, tanto que no me acostumbro a sus lindas palabras y ni a la forma dulce en la que me habla.
Jungkook me tiene totalmente enamorado y aunque duele, debo aprender a dejarlo ir. Pero no ahora, ahora lo tengo a mi lado y no pienso resignarme a perderlo todavía, aun tengo fé.
— Amor —llamé a su oído, esperando que despierta y vea las notificaciones que tiene en su celular.
Le gusta que cuando estoy con él le ayude a revisar sus mensajes y notificaciones, así no se pierde de mucho durante su estadía en su hogar.
— Jungkookie — llame nuevamente, dejando un beso en su mejilla para llamar su atención —. Amor, despierta — tomé su mano y casi grito cuando sentí lo fría que estaba. Entre en pánico — ¡Jungkook, Jungkook! — tomé sus mejillas con desespero — ¡Jungkook, despierta, despierta! — no me di cuenta de cuando mis lágrimas empezaron a dejar mis ojos — Por favor...
— Mm... — lo oí quejarse y tratar de removerse — ¿Tae?
— ¡Idiota! — le pegue levemente en el pecho, tratando de ocultar mis lágrimas entre mis manos.
— ¿Qué sucede...? ¿Por qué... lloras?
— No escuchaste cuantas veces te llamé — reclamé aun afectado —. Casi... yo creí...
— ¿Creiste que... había pasado? — me miró con melancolía.
— Yo... ¿por qué tienes el sueño tan pesado? — renegue, recostandome a su costado, abrazándome a su cuerpo, buscando darle calor — Estas tan frío, que en serio me asuste.
— Aun no... es el momento, be-bé — susurró contra mi cabello, tan ronco y bajo que causaba escalofríos —, pero...
— Lo sé, Jungkookie.
— Debes... debes saber que... me iré.
— Ya lo sé, amor — lloré un poco más —. No te preocupes por mí, estaré bien.
— Espero....
— Te lo prometí — eleve mi rostro para encontrar mi mirada con la suya —, voy a continuar con mi vida y... espero tú estés orgulloso de mi.
— Yo... siempre... siempre he...
— Lo sé — sonreí para reconforlo —. Gracias.
Él tambien sonrió y nuevamente cerró sus ojos con cansancio. Cuando percibí su respiración mayormente pausada y tranquila, volví a llorar ante el dolor, pues no importa cuanto trate de convencerme, no dejaré de sentirme miserable.
