-𝟏𝟎-

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Más tarde esa noche, Robin invitó a Steve a su casa. Ella nunca invitaba a nadie, pero sentía que él necesitaba la compañía.

Cuando Steve entró en la casa de Robin, la señora Buckley estaba en el sofá, leyendo Cosmopolitan. "La cena está en el microondas", le dijo a Robin, sin molestarse en levantar la vista de la revista.

Robin se aclaró la garganta. "Este es Steve, mamá", le presentó, poniéndose de pie torpemente, esperando que su madre lo reconociera.

La señora Buckley levantó la vista y se quedó boquiabierta. Dejó la revista en el suelo y se levantó del sofá. "¡Me preguntaba cuándo iba a tener Robin un novio por fin! Soy Julia". Julia extendió la mano y estrechó la de Steve. Robin gimió y puso los ojos en blanco.

"Uh, encantada de conocerla, señora Buckley. Sólo soy una amiga..." Antes de que Steve pudiera terminar su frase, Robin lo jaló del brazo y lo arrastró hacia las escaleras.

"Vamos a pasar el rato en mi habitación, mamá. Luego cenaré", dijo Robin, subiendo las escaleras lo más rápido posible con Steve detrás de ella. Sólo quería alejarse de su madre.

"¡Oh, de acuerdo! No le diré a tu padre lo de Steve, pero haz que salga de casa a las diez. Ya sabes lo estricto que es tu padre". Julia llamó a Robin, que ya estaba dando un portazo en su habitación. Julia volvió rápidamente a sentarse en el sofá, leyendo Cosmo.

"¿Tu madre es... agradable?" Steve no sabía cómo describir a la madre de Robin. No sabía mucho de su relación con Julia. Se sentó en la cama de Robin y tomó su habitación.

Era exactamente como él pensaba que sería: había cómics en las estanterías, pósters al azar en las paredes y un montón de fotos antiguas de Robin cuando estaba en la escuela secundaria, en la época en que hacía ballet.

Robin había sido la peor de su clase. La profesora siempre la regañaba por no poder seguir el ritmo de las demás bailarinas. Fueron sus peores años, y también la época en que descubrió que era lesbiana.

Julia insistió en que Robin mantuviera las fotos. Robin sólo lo hizo para callarla. "Supongo que lo es. Pero no tenemos nada en común. No deja de molestarme para que vuelva a hacer ballet, y para que se eche un novio, ¡y esas mierdas que no me gustan!". soltó Robin, tirándose del pelo.

Recuperó la compostura y respiró profundamente. "Lo siento, ehm", continuó, tomando asiento junto a Steve en su cama. "¿Quieres hablar de ello?" Preguntó Robin, hurgando en sus uñas negras pulidas. 

Las manos de Steve comenzaron a temblar. "Uh, ¿Qué es... bisexual?" preguntó Steve, recordando la nueva palabra que le había enseñado Eddie. Robin levantó las cejas, sorprendida de que Steve supiera siquiera eso.

"Vaya, bueno..." Robin pensó, haciendo lo posible para que Steve lo entendiera. "Así que cuando alguien es bisexual, significa que no es heterosexual. Les gustan tanto las chicas como los chicos". Como siempre, Robin agitó las manos en el aire mientras hablaba.

"¿Como ser medio gay?" preguntó Steve. Su corazón volvía a latir con fuerza. Se movió, tratando de ponerse cómodo. Steve casi sentía que no podía respirar.

"En realidad no", contestó Robin, que se lamió los labios al hablar de nuevo. "Ser bisexual puede ser... diferente para todos. A algunos bisexuales les gustan más las chicas, a otros los chicos, pero eso no significa que sean más homosexuales o más heterosexuales. Al fin y al cabo, siguen siendo bisexuales".

Steve se quedó mirando a Robin, asimilando la información. Asintió lentamente. "De acuerdo", murmuró, tirando de su camisa. La tela se sentía extraña contra su cuerpo de repente. "¿Podemos hablar de otra cosa? Me siento raro."

"Sí, claro", Robin se levantó de la cama para darle a Steve espacio para respirar. Ella misma sufría de ansiedad, pero parecía que Steve no sabía que la tenía. "¿Vas a ir a ese campamento para mayores?"

Steve frunció el ceño confundido. "¿Qué campamento?" Steve se sentía más tranquilo cuando el tema de la conversación no era la sexualidad o Eddie: esas dos cosas parecían ponerlo al límite.

"Algunos estudiantes de último año van a ir al campamento el mes que viene. Creo que son cuatro días", dijo Robin encogiéndose de hombros. "Sin embargo, no todos van, hay que pagar para poder ir". Robin se paseó por su habitación, luego se volvió hacia Steve y sonrió. "Creo que deberías ir. Un descanso te vendrá bien".

Steve lo pensó. Cuatro días lejos de todo esto definitivamente le harían bien. Asintió con la cabeza. "Suena bien. ¿Vas a ir?" preguntó Steve. Esto hizo que Robin pusiera los ojos en blanco juguetonamente.

"¿Hola? ¿Me estás escuchando? He dicho 'mayores'. Soy un junior, dingus", respondió Robin con una risa. "Si piensas ir, el último día para pagar el viaje es mañana".

"Dale, lo tendré en cuenta. ¿Cómo van las cosas entre tú y Vickie?" Preguntó Steve mientras se tumbaba en la cama. Robin saltó sobre la cama, aterrizando junto a él. Luego le dio una palmada en la cabeza. "¡Ay!"

"¡No pasa nada entre Vickie y yo! Ella no es... como yo", le dijo Robin a Steve mientras se tumbaba boca abajo junto a él. Steve levantó una ceja.

"Creía que ya habíamos hablado de esto. A Vickie le gustan las tetas", dijo Steve con una pequeña sonrisa en la cara, sabiendo que esa palabra molestaba a Robin.

"¡Ew! ¡No digas 'tetas'!" exclamó Robin, dándole a Steve una bofetada en la cara con una almohada. Steve se incorporó y cogió otra almohada, golpeando a Robin con ella.

"¡Tetas, tetas, tetas!" Steve repitió una y otra vez mientras él y Robin se enzarzaban en una pequeña pelea de almohadas. "¡A mí me gustan las tetas, a ti te gustan las tetas, a Vickie le gustan las tetas!"

Robin se rió mientras presionaba la almohada en la cara de Steve para que se callara. "¡Te voy a asfixiar hasta la muerte!", amenazó bromeando.

Esta fue la primera noche en un tiempo que Steve no pensó demasiado como siempre. Se fue a casa pensando en ir a ese campamento para alejarse de Eddie y de todos los problemas internos que tenía.

Por fin, Steve decidió que tenía que ir. Cogió parte del dinero que le habían dejado sus padres y lo metió en su mochila la noche anterior, para que al día siguiente pudiera pagar el viaje.

Steve tendría por fin el descanso que se merecía.

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N/T: AAAAA MUCHAS GRACIAS POR LOS 1K DE LECTURASSS. LOSS SUPER QUIEROO!!!

Desde mañana comienza el maratón, este es un regalo de agradecimiento jajs

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𝐈 𝐖𝐈𝐒𝐇 - 𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞Where stories live. Discover now