Keep-Driving

2

Había pasado ya dos días desde que llegamos a Holmes Chapel, todo estaba tranquilo, mi mamá había conseguido un empleo en una panadería a cuatro casas de donde vivíamos, muy cerca, ya que ella decía que no quería dejarme sola de nuevo y que volviera a de caer.

Las dos primeras noches fueron algo duras para mi, ya que el cambio de horario fue repentino, pero valía la pena para no seguir ahí en California.

Regresaría a la Universidad, más bien a una nueva Universidad.

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Actualmente.

Estaba cenando un Frappe frío con unas galletas que mi mamá había traído de su trabajo, mi mamá no estaba se había ido a trabajar.

Mi corazón empezó a latir muy rápido, me empecé a marear, mi mano derecha empezó a temblar, mi vista se empezó a nublar.

¡mierda!.

Camine rápido hacia mi cuarto, donde saque unas pastillas para calmar la ansiedad, pastillas que tuve que falsificar una recta médica para que me las dieran y mi mamá no sabía.

―oh bien estarás bien―me dije así misma para luego sentarme en el suelo y respirar.

No quería que esto de nuevo pasara, es un maldito parásito que llega a tu vida para joderla y no irse.

Mi celular sonó, haciendo que saliera de mis pensamientos lo tome entre mis manos y conteste la llamada.

______.

Si, que pasa mamá.

Mamá.
Hija llegare un poco tarde, nos
Llego un pedido de pasteles y los tenemos que hacer y es para mañana.

_______.
Bien, no te preocupes mamá.

Colgué la llamada.

Deje mi celular aun lado mio, mi corazón volvió asu latido normal, mi mano deje de temblar, mi vista se aclaro.

En unos días regresaría a la escuela y no quería que esto me pasara, quería empezar de cero no quería empezar y me dijeran "oh ahí va la loca" o comentarios ofensivos así ami.

Pero que posibilidad había, que eso me pasara, había muchas, yo no podía controlar mis ataques de ansiedad.

Me quedé ahí sentada en el suelo, mirando hacia la ventana, mis brazos abrazaban mis piernas.

Muchos recuerdos llegaron a mi mente, la muerte de mi papá, la muerte de cassie y la decepción de Aidan.

Y así y más recuerdos se vinieron a mi mente, haciendo que toda la tarde estuviera sentada ahí mirando hacia la ventana, sin decir o hacer algo, solo ahí sentada con las piernas abrazadas.

La noche llegó muy rápido, salí de ese transe para caminar hacia mi baño y ducharme, al acabar mire el reloj eran las diez de la noche, se que mi cabello y me acosté en la cama.

Mire hacia el techo, solté un gran suspiro y me tape para dormir.

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Gritos se escuchaban en mi cuarto, era yo, y mi mamá había entrado corriendo a mi cuarto, me abrazo tan fuerte.

Que me aferre de su camisa de tirantes de ceda, las pesadillas había regresado, los traumas había regresado de nuevo.

―Aquí estoy mi niña―me dijo mientras me abrazaba.

―Nada malo te va a pasar mientras este yo aca―me dio un beso en la frente.

Mi respiración estaba acelerada, mis manos temblaban, mientras mis lágrimas bajaban, me aferre más fuerte a mi mamá.

Me veía con una niña pequeña, pero no lo era, tenía dieciocho años, pero los traumas que viví hacían que me pareciera de nueve años quien busca los brazos de mamá.

―tengo...miedo―mi voz salio tan rota.

―lo se, cielo pero toda va mejorar créeme―me limpio mis lágrimas. Solo pude asentir con mi cabeza.

Y eso quería mejorar, no quería que todo se fuera a la mierda.

Quería ser yo de nuevo.

Quería «seguir conduciendo»

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Segundo capítulo.

Espero que me tengan paciencia si no actualizo oki.