32. Celos y Confesiones

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-Eres libre de amar a quien quieras, como cualquiera de nosotros, es tú vida, tu decides cómo y con quién ser feliz...

Las palabras de DongHyuck se repetían en su cabeza mientras caminaba por el pasillo, completamente distraído de cualquier cosa que sucediera a su alrededor, sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento, incluso cuando se había sacado un gran peso de encima al confesarle a sus amigos que le gustaba un chico, a pesar de no haber mencionado de quien se trataba.

No lograba entender del todo como es que había terminado enamorándose de Park JiSung, un chico que fácilmente podía ser llamado acosador, y es que el castaño siempre se le quedaba mirando, siempre se le acercaba y le hablaba incluso cuando él demostraba cero ganas, era terriblemente grosero con él, pero Jisung seguía detrás de él.

Conocía sus horarios, más de una vez se había aparecido en lugares que el frecuentaba, y a pesar de que él fingía no notarlo, se sentía completamente aterrado, pero no de la actitud del menor, si no de lo que había comenzado a sentir con aquellas acciones, Jisung le prestaba tanta atención, una atención que prácticamente jamás le habían dedicado, lo había visto mal en algunas situación y lo primero que hacía era acercarse a él.

De un momento a otro, el solo hecho de pensarlo o mencionar su nombre lograba que su corazón latiera desbocado.

Sus pasos se detuvieron a mitad de la escalera, mientras que dejaba escapar un suspiro, cerrando sus ojos mientras apoyaba el costado de su cuerpo en la pared de esta, sobresaltándose al momento de sentir un suave toque en su hombro, haciéndolo girar para encontrarse con el mismísimo Park Jisung, quien lo observaba de manera titubeante, como si quisiera hablar.

-¿Me estabas siguiendo? -Preguntó él volteando a ver la escalera, verificando que no hubiera alguien.

-Creo que la respuesta es muy obvia -Murmuró el menor para luego hacer una mueca con sus pequeños y abultados labios-. ¿Estás bien?

-Sí... la verdad, no lo sé -Respondió él negando levemente mientras soltaba un suspiro-. Por tú culpa estoy así...

-Entiendo, entonces creo que lo mejor es que me vaya, solo logro ponerte incómodo luego de lo que hicimos... -Dijo el castaño asintiendo despacio, inclinando levemente su cabeza para luego darse la vuelta, siendo sostenido de inmediato por el menor.

-Escúchame -Se quejó él bajando un escalón para poder quedar a la altura del menor, sentía que en cualquier momento terminaría haciendo un berrinche al no saber como expresarse-. Yo... es decir, no me haces sentir incómodo -Murmuró apoyando su frente sobre el hombro del menor-. No se como hacer esto, no se como decirte que me gustas y no ser un completo idiota, jamás e podido expresarme de la mejor manera, siempre soy un completo imbécil, bruto y siempre estoy a la defensiva contigo...

-Chenle.

-Tú eres todo lo contrario, no entiendo como es que pudiste fijarte en mí y...

-Chenle -Intervino el castaño colocando ambas manos en el rostro ajeno para poder levantarlo, logrando encontrarse con los oscuros ojos llenos de preocupación, mientras sus manos presionaban suavemente las mejillas de este, logrando abultarlas un poco-. Creo que no eres consciente de que acabas de decir que te gusto en medio de ese discurso de culpa

-...¿Y-yo? -Murmuró abriendo levemente sus ojos.

-Escucha, si no estuviéramos aquí probablemente ya te hubiera besado -Confesó Jisung sonriendo ampliamente mientras soltaba las mejillas del mayor.

Chenle sintió su pulso acelerarse de inmediato, llevando una de sus manos hasta la su pecho ante el nerviosismo, mientras desviaba su mirada, verificando que estuvieran completamente solos, atreviéndose a mirarlo luego de unos segundos, atreviéndose a acercarse al menor mientras lo miraba fijamente, cerrando sus ojos poco antes de finalmente unir sus labios en un suave beso, se sentía demasiado puro, y es que el menor ni siquiera dudo en corresponderle, metiendo sus manos dentro de los bolsillos de la sudadera que el mayor llevaba, haciendo presión hacia él para poder impedir que este se alejara, haciéndose inevitable cuando sus pulmones comenzaron a exigir oxígeno, pero aún así, sus rostros se mantuvieron cerca mientras regulaban sus respiraciones.

Chenle sintió su pulso acelerarse de inmediato, llevando una de sus manos hasta la su pecho ante el nerviosismo, mientras desviaba su mirada, verificando que estuvieran completamente solos, atreviéndose a mirarlo luego de unos segundos, atreviéndo...

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-Entonces ¿Qué harás para tu cumpleaños? -Preguntó Renjun mientras caminaba junto a él por el estacionamiento.

-Nada.

-Vamos Jaemin vas a cumplir 23 años...

-Creó que olvidas que ya los cumplí -Dijo él frunciendo su ceño mientras volteaba a verlo.

-El año nuevo no cuenta para mí, es oficial cuando es el día que naciste -Aclaró el mayor encogiéndose de hombros.

-Detesto la fiestas, la verdad es que no tengo intensiones de hacer nada, es solo un año más -Comentó él, negando levemente mientras soltaba un suspiro.

-Podría envolverme con un moño, sería el mejor regalo que tendrías -Dijo Renjun sonriendo ampliamente mientras pasaba una mano por su cabello.

-Por supuesto, el mejor regalo -Concordó Jaemin con cierta diversión en su voz mientras soltaba una suave risa-. Tal vez podemos ir a comer, pero no planeo celebrarlo como si tuviera 6 años...

-Ojalá te hubiera conocido a los 6 años, tal vez eras más divertido a esa edad -Atacó el mayor mientras se cruzaba de brazos, rodando sus ojos.

Jaemin estuvo apunto de quejarse completamente indignado por las palabras del mayor, pero fue interrumpido por la bocina de un automóvil que se avanzo lentamente por su lado, ambos detuvieron sus pasos y se miraron entre si cuando la ventana del oscuro automóvil fue bajada, dejándoles ver a un serio Lee Jeno, que los observaba con una pequeña mueca en sus labios.

-...¿Quieren que los lleve? -Propuso él tratando de no sonar grosero en ningún momento.

-¿Acabo de escuchar bien? -Preguntó Renjun alzando sus cejas mientras volteaba a ver a su alto amigo.

-Si, creo que escuche lo mismo, digamos que no, arruinara nuestros planes... -Habló Jaemin volteando a verlo, sin notar la incrédula mirada del chico que se encontraba en el interior del automóvil, pues era capaz de escucharlo-. No gracias, tenemos cosas que hacer...

-Puedo llevarlos a donde vayan...

-No es necesario, el departamento de Renjun esta cerca, así que... adiós -Interrumpió él negando rápidamente para luego tomar la mano del mayor dispuesto a marcharse, escuchando el repentino sonido de la puerta del auto cerrarse.

Ambos chicos giraron su cabeza para encontrarse con el rubio acercándose, ambos se congelaron por completo mientras mantenían sus manos unidas, casi como un apoyo psicológico mutuo.

-¿A qué van? Quiero decir... puedo acercarlos, no tengo ningún problema con dejarlos allí -Habló Jeno sonriendo algo forzado, metiendo ambas manos dentro de los bolsillos de su chaqueta para evitar que estos notaran lo tensas que estaban.

-...Mira, seré franco, la verdad es que vamos a divertirnos, a pasar tiempo juntos, los dos.... solos -Dijo Renjun sonriendo de manera obvia mientras pasaba su mano libre por el pecho del azabache.

-¿A qué te refieres? -Cuestionó el rubio entre dientes, abriendo levemente sus ojos, casi apunto de explotar.

-Esta bien, vamos a follar -Mintió descaradamente Renjun mientras se encogía de hombros, tomando por sorpresa a los dos menores-. Ahora si nos disculpas, estamos perdiendo tiempo para darnos caricias y esas cosas... pero ya sabes de eso, no es necesario que te lo explique

-Jaemin... -Dijo el rubio dando un paso hacia el azabache que se alejaba dándole la espalda.

No, eso no podía ser cierto, aunque porque rayos pensaba en eso si él miles de veces se lo dijo como si un tipo de burla, cuando por dentro se sentía completamente aterrado a que aquello realmente ocurriera, él sabía que su manera de pensar era muy egoísta, pero ¿Qué se supone que hiciera? No podía llegar y actuar como un tipo celoso cuando él mismo se había encargado de provocar aquello, no tenía derecho alguno de siquiera quejarse, Jaemin era libre de hacer lo que quisiera.

Saekki •NoMin• Where stories live. Discover now