CADENAS DE PLACER. [#1]

CAPÍTULO 21

Marzo.

Italia.

Shara.

Los días seguían pasando y  Alexander había contratado a unas mujeres para el servicio, las mujeres se encargaban de que comiera las tres comidas del día y de el no había señal, me la pasaba encerrada sin hacer nada. Me preocupaba mis padre, ¿Que estarán haciendo?, me imagino lo preocupados que deben estar.

Las lágrimas comenzaron a brotar, llorar era mi pasatiempo en estos días, tape mi cuerpo por completo al momento en que la puerta era abierta los pasos se escucharon y la puerta volvió a ser cerrada, no inmute en ver quien era, no me importaba.

—Levántate.—Ordenó Alexander

No le hice caso y me quedé en mi misma posición, escuche como se acercaba lentamente a mi, y se sentaba a un lado de la cama. quito la sabana de mi cara y me observó detenidamente, paso sus manos por las lágrimas tratando secarlas.

—Shara, mi niña.—plantó un beso en mi mejilla, su acción causó que por instinto yo apartara mi cara.—Perdon por dejarte encerrada, pero no quiero que te alejes de mi.

Yo no pronunciaba ni una sola palabra y seguía con mi mirada apagada. El suspiro y se levantó de la cama para caminar hasta el baño, solo pude escuchar como abrió la llave de la bañera, salió y me quito la sabana por completo. Me apresure a levantarme por que estaba en ropa interior. El sonrio por mi reacción y comenzó a acercarse a mi.

—Debes ducharte, nena.—Pronunció.—Saldremos.—comento y salió de la habitación.

No me moví por un buen rato solo para tomar la sabana y cubrir mi cuerpo, no iría ningún lado que no fuera mi casa. ¿Quien se creía que era?. Minutos después la puerta volvió a abrirse y por esta entró alexander con un pantalón negro y una camisa blanca la cual tenía dos botones sueltos. El me miro y  toco su cien con fastidio.

—¿Porque no te has duchado?.—Pregunto.

—No ire a ningun lado.

—Debes entender que no es que quieras, es que debes.

—Y tu debes aceptar todo, y entender que nada se resuelve con un maldito secuestro.—escupí con rabia.

—Ese vocabulario, hay que corregirlo, ¿no crees?.—espetó acercándose a mi.

Yo como la malona que soy no me moví ni despegue mi vista de el, si queria salir de esto debía idear un muy buen plan, el había dicho que no me dejaría ir hasta que las cosas volvieran a ser como antes, ¿por qué no actuar un poco?, espero y que yo no salga perdiendo. Aunque actuaría como una tonta pero todo por salir viva.

Alexander se acercó a mí con la intención de besarme, me eche para atrás dudando un poco y cuando estaba a centímetros de mis labios gire mi cara haciendo que deje el beso en la comisura de mis labios.