CAPÍTULO 27

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Miércoles 21 de abril

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Miércoles 21 de abril

1:47 PM.

Venecia/Italia.

Alexander.

El líquido bajo por mi garganta quemando todo en su trayecto, Shara se había ido y sabia que solo era cuestion de dias para que yo tomara un avión a Estados Unidos, debi a ver pasado mas tiempo con ella, llevarla a mi casa la noche anterior, pero la abstinencia me golpeo y me hizo retractarme.

Las personas que rodeaban la mesa me miraban esperando mi reacción a la confesión dada por uno de los socios.

—Señor Alexander...—Levante la mano para que se calle.

Me quedé en silencio chocando los dedos contra la cohoba de la mesa.

—SI no me darán explicaciones contundente les conviene mantenerse con la boca cerrada.—Me incline en la silla.—¿Como es posible que la tasa bajar un 5%?, ¿Donde estaban ustedes?.—Pregunté mirándolos con rabia.

Me arde tener ineptos que no saben hacer nada, ¿En qué estaba pensando mi padre cuando firmó contratos con ellos?.

—Señor si me permite...—Habla una mujer rubia levantándose mientras me sonreía coquetamente, que estupida.—La baja se dio por que uno de los camiones se volcó en medio de la carretera hace tres dias y la producción esta fallando...

—¿Y por que carajos no me habian reportado nada?.—levante la voz haciendo que varios bajaran la cabeza.

—Usted se ausentó ayer...

—Eso no tiene justificación, el maldito camion se volco hace tres días su deber era informarme de inmediato.—Ninguno se atrevió a decir nada más.—Largo.—Todos se levantan dudosos.—No quiero volver a verlos, no trabajaré con escorias inservibles.

—Sabe que no puede hacer eso.

Mi mirada se dirigió al hombre que tuvo las agallas de retarme.

—¿Que dijiste?.—Pregunte levantándome y acercándome a el, no dice nada y baja la vista.—Que te quede claro con quien hablas, ¿Entendido?, ¡Largo!.

Todos salen de la sala y la mujer es la última en salir lanzándome miradas lascivas, que asco a distancia me llega el olor a plástico.

Tomo el vaso de licor mirando hacia la nada, siento como la furia y el enojo comienzan a llenarme, los vidrios saltan al momento en que el vaso de cristal choca contra la pared, la puerta vuelve a ser abierta, estaba listo para la lanzar todas las maldiciones del mundo pero esta es atravesada por Stella.

—Cerraste el trato con los antiguos socios de papa.—Era obvio eso imbeciles iban a ir con el cotilleo.

—Estoy ocupado, no me apetece charlar ahora.—Arreglo la corbata de mi traje y camino en dirección a las puertas de ascensor seguido por ella.

CADENAS DE PLACER. [#1]Kde žijí příběhy. Začni objevovat