Jar Of Hearts♥ (The Beatles)

Al descubierto

Rita seguía algo descompuesta por lo ocurrido hace dos noches anteriores y con dicha experiencia. Desde esas dos noches, no había tenido mucho contacto con Paul

Se encontraba de camino al Albert Hall. Esa vez había optado por viajar en un taxi, para quitarse la inquietud de ser "descubierta", puesto que iba con un rostro algo pálido y con los ojos como platos

Curiosamente, el tránsito por las calles era diferente; en algunas vacío, en otras llenas. El conductor tenía algo inquieta a Rita de igual manera, puesto que iba algo somnoliento. 

Iba manejando sobre una gran avenida, faltando poco para llegar al Albert Hall, cuando un coche se aproximaba desde la otra dirección. El conductor del taxi cerró los ojos por unos segundos, haciendo que Rita tomara el volante estrepitosamente, logrado esquivar el coche y despertando al conductor

-¡Lo lamento mucho señorita! – repetía una y otra vez el desesperado conductor. Varios autos se detuvieron alrededor, puesto que el otro coche había quebrado una de sus luces delanteras

-No se preocupe –vociferó Rita agitada, aunque ella trataba de calmar al conductor - ¿Cuánto le debo?

-Nada en absoluto – contestó el hombre, con la mirada vidriosa – de no haber sido porque tomó el volante, hubiéramos terminado en aquellos coches negros... ¡Le debo la vida!

-Ah... de acuerdo – contestó Rita, confusa – de todos modos, podría llevarme más cerca de la entra...

-Por supuesto – espetó el hombre, algo nervioso aún, pero con una sonrisa hacia Rita

Tal como lo pidió el sujeto, Rita no pagó absolutamente nada, sintiéndose culpable. Llegó sin más a la entrada, viendo cómo se alejaba el taxi y el conductor, iba hacia una cafetería cercana tal vez.

En el vestíbulo, se encontraba todo el personal y estudiantes. Entre ellos, France y Jude. Rita supuso que trataba de alguna junta como cualquier otra, así que quiso dejarlo pasar. Pero esta vez, tenía una información que la cambiaría en todo aspecto

Trataba acerca de las nuevas artes escénicas que se impartirían ahí, incluyendo más allá del ballet, lo cual le pareció encantador. Aun así, continuó con su camino, sin ser descubierta o detenida por alguien más

De pronto, escuchó que el teléfono de una de las secretarias sonaba, y que todos estaban tan distraídos en la junta, así que decidió contestar

Todo su cuerpo se paralizó al escuchar a través del micrófono del teléfono una voz familiar

-Buenas tardes... am, disculpe, busco a... –antes de que pudiese continuar, fue interrumpido

-¿Paul? – masculló atónita

-¡Rita! Pero que... ¿Cómo logras estar siempre presente? – contestó tiernamente 

-Eso no importa, para que llamabas – vociferó Rita – pareciera una enorme coincidencia que hubiese una reunión en el vestíbulo...