Capítulo 4: Él es un chico problema.

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Naruto se inclinó más cerca de la ventanilla del quinjet. Estaba junto a Natasha, y el pequeño copiloto mientras se acercaban a una ciudad iluminada completamente por una noche de movimiento en Alemania.

Eran exactamente las 08:00 p.m. Los ciudadanos de esa ciudad habían estado lo mas tranquilos en su día cuando el caos reino de repente en uno de los lugares mas elitistas de Alemania.

Todo comenzó desde ese lugar. Shield había logrado llegar a Loki con una de las cámaras con la cual los medios cubrirían en esa noche a la mayoría de los magnates más influyentes del mundo. Por suerte el sujeto no había sido lo mas discreto al respecto. Su rostro había coincidido con un reconocedor de rostros. Y shield quien había estado buscando, pudo hallar al final su paradero.

Por lo que allí estaban. Sujetados por los asientos, y volando a varios kilómetros de distancia sobre el objetivo. Naruto quien había seguido al equipo dio un paso a un lado y se mantuvo a distancia de los alphas. Observando a penas mientras hacia caso de la orden de Fury.


"Escucha muchacho. Te dar tu primera misión. Vigila la batalla. Y encárgate de solo intervenir cuando lo veas realmente necesario. No queremos que Loki se escape. Pero trata de no mostrarte demasiado."


La orden de Fury había llegado a sus oídos cuando todos se movieron para prepararse ante el descubrimiento de Loki. El hombre de negro lo había detenido a un lado antes que los demás se marcharan. Y había sido lo suficientemente claro al respecto de su propia misión. Naruto no era un simple agente. Sino el encargado que se escondería en las sombras para evitar incidentes en misiones.

Entonces, Naruto siguió al equipo de captura conformado principalmente por; Natasha Romanoff, y el Capitán América.

A pesar de la incomoda presencia de Naruto para los demás, ellos se mantuvieron firmes en la misión y dejaron al misterioso joven enmascarado a un lado. Y Naruto mismo se los agradeció.

Captando las nubes que pasaban detrás del vidrio, sus ojos azules se centraron completamente en el espectáculo de cientos de personas agitadas moviéndose con miedo en un desorden en una de las calles principales. En esos ojos brillantes parecidos a un espejismo del cielo se reflejo el disturbio de abajo.

Los autos volaron y las personas fueron acumuladas como un rebaño por un perro con cuernos dorados.

Todo parecía no tener fin cuando Loki apunto a un inocente anciano. Pero ninguna tragedia llego a suceder cuando un escudo voló hacia el malo para contrarrestar su golpe.

Hacía 15 minutos atrás Steve Rogers había saltado para meterse en la pelea. Naruto admiro el espíritu del hombre al tirarse de quién sabe cuántos metros sobre un avión militar en vuelo. Sin embargo, la forma en que el hombre miró a Naruto en cada momento que el hombre lo hacía sin darse cuenta que Naruto lo hacía, habían logrado que los nervios de Naruto se crisparan.

No entendía mucho el ritmo del soldado. Para ser sincero. Bueno, no es cómo si Naruto estuviera empeñado en hacerlo.

El hombre era un completo misterio para él. Cuando Naruto miraba hacia él.

Tenía entendido que el sujeto venía de una era en dónde la humanidad fue más conservadora. 

Especialmente en un tiempo que a diferencia de ahora, con una sociedad cambiante y pacifista, se encontraba en penumbras y guerras.

Eso tenía sentido para Naruto. Descartado la explicación larga y científica que explica lo congelado que estaba el sujeto, y otros detalles más.

Algo loco si lo piensas. Aunque si lo mirabas detenidamente, y desde la posición del shinobi, no lo era del todo.

«¡𝐔𝐧 𝐧𝐢𝐧𝐣𝐚, 𝐮𝐧 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚!» 𝗔𝘃𝗲𝗻𝗴𝗲𝗿𝘀 & 𝗡𝗮𝗿𝘂𝘁𝗼 [ˡⁱᵇʳᵒ 1]Where stories live. Discover now