«¡𝐔𝐧 𝐧𝐢𝐧𝐣𝐚, 𝐮𝐧 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚!» 𝗔𝘃𝗲𝗻𝗴𝗲𝗿𝘀 & 𝗡𝗮𝗿𝘂𝘁𝗼 [ˡⁱᵇʳᵒ 1]

Capítulo 9: El tiempo corre 'tick-tack'

En retrospectiva se dio cuenta que se había equivocado en verse demasiado cercano a Loki, el prisionero. Y especialmente frente al grandioso capitán américa. Sin duda alguna, empatizar o mostrarse en complicidad fue un paso para la horca. No había explicación lógica para que realmente pudiera razonar en el momento cuando él decidió que aceptar a Loki debería llegar a ser una alternativa. Era demasiado ridículo, absurdo, contraproducente.

Estaba más que claro que las ideas de ambos extremos estaban plagados de mentiras y medias verdades. Y que sostener la bandera de alguno de los dos no fue su interés. No dentro de su actual caso. Tal vez si konoha estuviera siendo involucrada o los intereses fueron los mismos. Habría la alternativa.

Fue curioso en verdad, llámenlo un suceso alarmante o la ironía de la vida, pero mientras sostenía a Loki, y lo miraba, nunca espero que el mismo sujeto de pronto llegara para darle la solución a uno de sus más grandes problemas. Además, esos ojos amatistas eran demasiado familiares de observar. Y dentro de esa lagunas pantanosas, Naruto observó inquietud y algo de soledad. Fue lo que había apelado al lado más solitario de niño. Aquel que actualmente estaba más en el fondo después de convertirse en el adulto de hoy. Pero a pesar de ser una de sus muchas razones, ahora que trataba de justificar su inoportuna impulsividad, también estaba la razón más importante de todas. NIcholas Fury, la persona más paranoica e insufrible de la humanidad de la tierra. Un segmento adulterado de Danzo o el consejo de Konoha.

Maldito viejo tuerto.

Naruto se rió burlonamente mientras escuchaba a través de un transmisor a Loki siendo interrogado por Fury. Estaban dentro de unas de las instalaciones más confinadas del helicarrier. Loki estaba dentro de una gran jaula de vidrio que Naruto estaba apostando que debería ser lo suficientemente poderoso para retener a Loki.

O cómo el mismo demonio estaba atribuyendo. Una bestia salvaje.

"Una bestia salvaje. Se hace pasar por un hombre. ¿Tan desesperado estas que recurren a criaturas perdidas para defenderse?"

"¿Qué tan desesperado estoy?", Naruto hizo una mueca ante la voz profunda de Fury.

El agente lejos de parecer apático, su voz se elevó con la respuesta que parecía sostenerse dentro de su cabeza desde el día en que Loki apareció frente a él. "Amenazas mi mundo con guerra. Se roba una fuerza que no puede controlar. Solo hablas de paz y matas porque te entretiene. Es por ti que me siento muy desesperado. Tal Vez te arrepientas."

Desde luego, Naruto sabía que Loki seguirá y no de la mejor manera. Era mejor pensar que el hombre sabía tocar los botines exactos para molestar a otros. Y eso estaba jugando. Naruto sabia que Fury tambien lo sabia. Por eso ambos eran bastantes formidables. Naruto en su lugar hubiera hecho todo el intento en romper las paredes de su jaula y golpear antes de gastar en seguir la corriente de su enemigo. Salvo que esa persona mereciera una segunda oportunidad. Claro.

"Le molesta haber estado tan cerca. De tener el Tesseract, de tener poder...poder ilimitado. ¿Y para qué? Una luz cálida para toda la humanidad. Para que luego le recuerden cómo es el poder de verdad."

El silencio que siguió pareció proporcionar una victoria a Loki. Naruto no pudo ver la expresión de Fury en ese momento. Solo que el hombre generalmente inexpresivo de pronto se había quedado callado. 

"Lamentablemente para ti, encontre algo más que eso. A pesar de que perdí el tesseract por tus manos en ese momento, tal vez gane algo muy sorprendente también. Avísame si el poder de verdad quiere una revista o algo asi."

Al principio el contexto del mensaje podría haber estado más allá de él, pero viendo que el prisionero fue el que ahora había quedado en silencio y con una mueca extraña apenas pasando desapercibida en su rostro, Naruto se dio cuenta tardíamente que Fury había querido decir lo que dijo. Fury fue una fuerza a tener en cuenta. Como los bloques de Hanzo y el consejo de Konoha. No sabias si estaban diciendo la verdad o había más que sabias que no dirían. Podían ser templados y jugar contigo en la oscuridad mientras ignoraban que estaban tirando de los hijos más largos de lo que trabajaban en la luz podían hacer. Por eso es ellos estaba allí, en las sombras. Con su tablero de shogi extendido en su mesa de oficina rodeados de espías. Mientras movían piezas por piezas lentamente sopesando el siguiente paso. Shikamaru le dijo que eso era lo que los que trabajaban en las sombras hacían. Ser un muro de contención en la oscuridad. Mientras ellos iban al frente, Hanzo y los demás preferían moverse de una forma más astuta e impredecible.