Dieciocho.

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Hürrem estaba acariciando con sus dedos el borde de aquel abismo que la llevaría a la locura y desesperación, caminaba rápidamente por los pasillos sintiendo que el aire cada vez era menos en sus pulmones pero realmente eso no le importaba, tampoc...

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Hürrem estaba acariciando con sus dedos el borde de aquel abismo que la llevaría a la locura y desesperación, caminaba rápidamente por los pasillos sintiendo que el aire cada vez era menos en sus pulmones pero realmente eso no le importaba, tampoco le importaba los gritos de aquellas mujeres, no, de aquellas víboras que no tenían nada más interesante que hacer que estar persiguiendola y molestándola.

Dobló en un pasillo para caminar más rápido hasta llegar a la habitación del Pasha, éste se paró de golpe al ver a su Sultana tan agitada, se acercó rápidamente y la tomó por los hombros.

—Respira Hürrem, respira- pidió asustado, ¿Qué le pasaba?

—Ibrahim... Necesito que vayas, que vayas detrás del Sultán... Rüstem le tendió una trampa, le dijo que Mustafá fue envenenado, pero... Mustafa fue al palacio de la Sultana Shah hace unos días, ¿Cómo sería posible aquello? Él ni siquiera lo pensó y salió de este palacio, Ibrahim si él muere... Mis hijos y yo también moriremos, Mustafá los matará- hablaba de forma rápida, apenas tenía aire y las lágrimas no dejaban de bajar por sus mejillas mojando las manos de Ibrahim.

No le importaba la vida de su antiguo amor, solo le aterraba lo que venía detrás de la muerte de ese hombre. La vida de sus hijos estaban siendo sujetados por un delgado hilo de seda.
¿Cómo se supone que debía seguir? Tenía un ser en su vientre, tenía otra persona por quién seguir luchando así que cuando terminó de hablar sollozo con fuerza dándose cuenta que su vida siempre estaría colgando de ese hilo que amenazaba con cortarse en cualquier momento, su caída sería desastrosa, detrás de ella vendrían muchas mas vidas inocentes y eso le aterraba.

—Maldita sea...- se alejó de ella caminando hasta la entrada de la habitación abriendo las puertas de golpe encontrándose con todas esas mujeres que tanto lo sacaban de quicio y aunque todas hablaban al mismo tiempo él las ignoró y caminó rápidamente dándole ordenes algunos guardias, debía salvar la vida del Sultán o vería morir a su Sultana y eso jamás lo permitiría.

En el pasillo se encontró con Afife la cual se acercó a él y espero que hablara.

—Es hora Afife, haz lo que planeamos, luego veré como arreglar lo demás.

Ella solo asintió y caminó a la dirección contraria buscando a su Sultana, la encontró rodeada de todas esas mujeres. Le gritaban, le reclamaban, ni siquiera notaban que ella estaba con la mirada perdida. Caminó rápidamente entre ellas hasta donde estaba Hürrem y tomó con cuidado su brazo.

—Sultana debe acompañarme- susurro

—¿A dónde crees que llevas a esta serpiente?- habló Hatice haciendo que Hürrem la mirara.

— Lo siento Sultana por órdenes no puedo dar información, solo sé que debo cuidar a la Sultana Hürrem, ella está embarazada.

Todo quedó en silencio, nadie sabía que decir y Hürrem aprovechó aquello para irse junto a la mujer, ella le decía algunas cosas pero no era capaz de hablar solo la seguía como si de una niña pequeña siguiendo a su madre se tratase. Caminaron juntas hasta un pasillo secreto, ahí habían algunos guardias y hombres vestidos de negro, al fondo del pasillo estaban sus hijos los cuales estaban notoriamente asustados.

—¿Qué es esto Afife?- reclamó tratando de acercarse a sus hijos.

— Calmese Sultana, el gran visir me pidió que por cualquier cosa la protegiera a usted y sus hijos- Los nervios de Hürrem se calmaron un poco al saber que esto era obra de Ibrahim y se dejó guiar una vez más.

Aún le sorprendía que no estuviera poniéndose a la defensiva y tratando de hacer todo por sí misma, pero tenía claro que ahora llevaba otra vida dentro de ella que debía proteger. Caminó hasta donde se encontraban sus hijos y los intento calmar, siguieron el camino hasta una salida secreta que los llevaba al bosque. Ahí habían unos carruajes y otros hombres perfectamente armados vestidos de negro.

—¿Dónde está Sümbül?- preguntó asustada- ¿Y Lizzie?- miró a los lados.

Todos se mantenían en silencio mirándose entre ellos hasta que de un carruaje Sümbül asomó la cabeza y Hürrem se calmó una vez más. Estaban sus criadas personales, las mas antiguas. Sabía que si la muerte de Süleyman llegaba empezaría arrebatar todo lo que ella amo y protegió.

Ni siquiera preguntó donde iban, solo tomaba con fuerza la mano de su hija la cual solo miraba al suelo.

[🌷🥀]

Estaba amaneciendo y ella seguía sin poder dormir, miró a sus hijos que dormían abrazados y sintió un nudo en la garganta. Odiaba con toda su alma que la vida de sus hijos peligrara solo por una ley patética donde debían ejecutar a los hermanos del príncipe que subiera al trono. Perfectamente podría quitarle los títulos y sacarlos a patadas del palacio, pero no, ella conocía perfectamente a Mahidevran y sabía todo el odio que había metido en el corazón de Mustafá así que los dos no dudaría en acabar con la vida de sus pequeños hijos.

— Maldito Rüstem...- susurro- me las vas a pagar, haré que tú cabeza ruede hasta mis pies y la patearé.

Sabía que en parte estaba siendo injusta, él no mentía, pero la había traicionado solo por un deseo carnal. A ella realmente no le importaban los sentimientos de ese hombre, ni mucho menos sus intenciones. Hürrem estaba perdidamente enamorada de ese Pasha que día a día se hundía mas en su corazón.

¿Qué debía hacer? ¿Negarse a amar? No, no lo haría.

El sol salió en su totalidad haciendo que saliera de su ensueño, paso su mano por su rostro tratando de despertar del todo, estaba cansada pero aún tenía miedo. Ni siquiera sabía exactamente donde estaba ni si estaba realmente segura junto a sus hijos en ese lugar.

Sümbül entró nervioso y moviéndose de un lado a otro, estaba asustado y ella lo pudo notar.

—Sultana...- hizo una reverencia y la miró- su majestad ha sido herido, está en el Palacio de la Sultana Hatice.

Cerró los ojos con fuerza tratando de pensar seriamente en qué haría... Estaba jodida.

 Estaba jodida

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Perdón. [Hürren x Ibrahim] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora