FATBOY

Once

Sus ojos ardían y las bolsas debajo de ellos pesaban como nunca antes, no había podido dormir en toda la noche, estaba devastado y demasiado decepcionado de sí mismo, quería regresar el tiempo atrás incluso a antes de decidir ser parte del grupo de idiotas superficiales que eran los chicos populares, pero la impotencia lo dejaba sin aire al hacerle ver que eso era imposible. Dentro de sí sabía perfectamente que tenía que decirle toda la verdad pero estaba aterrado de que algo como esto fuese a suceder.

Frotó su rostro con frustración de nuevo mientras seguía sentado a la orilla de la cama, se había cansado incluso de llorar y su cabeza dolía con fuerza pero quería castigarse así mismo, pensaba que merecía lo que le estaba sucediendo. La puerta de la habitación se abrió sin aviso y esperanzado levantó el rostro el cual se desfiguró de nuevo al ver a un furioso Niall buscando las cosas de Louis.

— El entrenador no les permitirá irse —Murmuró sin atreverse a mirarlo.

— Me importa una mierda tu estupido entrenador —Soltó en seco mientras guardaba todo en la maleta de Louis.

— No conocen el camino de regreso y no pasan muchos autos por aquí, Niall, por favor no le hagas esto a Lou, podría enfermarse por estar en el frío —Suplicó mientras miraba sus manos.

— Se enfermará más al sólo verte y al idiota de tu amigo —Cerró la maleta con algo de brusquedad, Harry suspiró pesadamente.

— Ya no es mi amigo —Murmuró apenas, Niall se quedó en silencio por algunos segundos.

— Bueno, te lo mereces, se lo merecen entre sí —Sujetó la maleta para salir, Harry se puso de pie rápidamente.

— Espera, traje unas frazadas extras para Lou, por favor llévalas también, no dejes que pase frío —Tomó las frazadas de la cama y se las entregó al rubio quien no dejaba de verlo con desaprobación.

— De verdad creí que serías diferente, tú nunca me pareciste un troglodita como los demás, pero hasta yo me equivoqué —Escupió con decepción, Harry tragó saliva mirándolo.

— Lo amo, Niall, jamás había sentido por nadie lo que siento por Louis, pero merezco su odio porque nunca debí dejarme influenciar por esos chicos, así que merezco todo lo malo que pase ahora —Sus ojos volvieron a cristalizarse, Niall sintió ganas de vomitar.

— Tu no eres la víctima de esto, así que ahórrate tus lágrimas y no te acerques a Louis de nuevo ¿entendiste? — Amenazó al chico alto como si realmente pudiese hacerle algo, Harry apretó los labios pero no asintió.

— Me iré de la cabaña, solo por favor no salgan de aquí, no se vayan, quédense seguros ¿vale? —insistió una última vez, Niall suspiró mientras lo seguía viendo acusador.

— Está bien, pero lárgate no te queremos aquí, también llévate a Zayn —Rodó los ojos al nombrarlo, por unos minutos creyó que era un chico bueno, se equivocó.

Harry asintió mordiendo su labio con pena mientras el chico rubio salía de la habitación por fin, miró sus cosas en el lugar y al observar la cama desordenada las lágrimas se apoderaron de su rostro de nuevo, hace apenas algunas horas había pasado lo mejor de su vida, se recostó abrazando la almohada de Louis mientras soltaba un sollozo, ahora solo le quedaba eso, el lejano aroma a flores de Louis y hermosos recuerdos a su lado.

***

El fin de semana pasó lentamente, fue abrumador y cansado, definitivamente no quería jugar ningún torneo después de haber dormido en la cabaña de servicio, subió al autobús mientras el entrenador le sonreía orgulloso pero él no pudo regresarle la sonrisa, no se atrevió ni siquiera a verlo, aún no sabía cómo iba a decirle que no quería seguir más en el equipo, el señor Mitchell tenía todas sus esperanzas puestas en él pues era el mejor jugador que había tenido en años.