VIII. Permiso

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Verte sufrir es la más grande tortura para mi alma... 

•MIKE•

Nunca se había cruzado por mi mente que podría llegar a confesar mi amor por June, esa niña hermosa de ojos transparentes y tiernos que me enamoraron desde el primer día en que la tuve frente a mí. Aún recuerdo la curiosidad con la que sus ojos grandes y verdes me miraban, esa tímida sonrisa que me dejó ver cuando nos dijeron que seríamos familia. Ella se mostró ante mí como el más bello y puro ángel, libre de maldad, libre de malos sentimientos. Me enseñó con el pasar de los años que había mayor sufrimiento que el abandono.

En las últimas semanas que hemos estado compartiendo espacio y tiempo, la he notado más tensa y nerviosa que de costumbre. Pensé que esa actitud se había quedado en el pasado, pero tal parece que mi presencia en su espacio le afecta más de lo que ella misma está dispuesta a admitir.

Trato de darle espacio, de estar para ella cada que esas pesadillas la atormentan, pero no deja de ser muy doloroso. Mi corazón se rompe en cientos de pedazos cada que recuerda su sufrimiento y se desmorona en mis brazos.

En busca de tener un poco más de control de la situación, porque siento que todo lo que hago no funciona ni en lo más mínimo, me armé de valor para hablar con tía. Aún no sé cómo se lo vaya a tomar, pero no hay otra persona en el mundo que pueda ayudar de una manera más contundente, ya que mis abrazos y mis besos no son lo suficientemente fuertes para arrancar el dolor de su mente, de su alma y de su corazón.

—¿Pasa algo, cariño? ¿Por qué me llamaste tan de repente? — tía se sentó frente a mí con una expresión bastante preocupada.

—Estoy viviendo con June desde hace unos días atrás.

—¿Cómo? — abrió los ojos de par en par—. ¿Qué hay de tu apartamento? ¿Acaso no vivías con tu prometida?

—Rompí el compromiso con ella hace dos semanas.

—¿Qué? — quedó el doble de sorprendida.

—Realmente no la amaba. Pensé que ella podía arrancar de mi mente y de mi corazón a mi verdadero amor, pero no fue así — confesé, ya que mis padres me enseñaron a ser sincero—. No podía permitir que fuéramos infelices.

—Bueno, es lo más sabio que has podido hacer, cielo. Si no hay amor de por medio, no hay nada por lo que se deba luchar — ella siempre ha sido una mujer muy comprensible y dulce—. Pero me sorprende que estés viviendo con June.

—Tía, tengo que hacerte una pregunta muy importante, pero primero debo decirte la verdad detrás de todo esto.

—Ya me estás asustando, Mike — me miró con una dejo de preocupación y tristeza—. Está recayendo nuevamente, ¿verdad?

—Sí, los ataques de pánico se han vuelto más recurrentes. Ella no les va a decir esto y me estoy arriesgando a su odio, pero necesito hacer algo más para ayudarla. Estar ahí no es suficiente. June necesita ayuda, necesita soltar ese pasado para siempre, pero nosotros no podemos hacer más de lo que hemos hecho por años.

—Me duele tanto mi princesa — se llevó la mano al pecho, dejando caer sus lágrimas—. Su psicóloga mencionó que recordar era una posibilidad, por eso hice de su vida un paraíso de colores, pero nunca logré cubrir esos momentos tan desagradables.

—¿Qué fue lo que pasó exactamente? Nosotros ya no somos unos niños y con aquel... — apreté los puños al recordar a ese maldito bastardo sobre su ella—, suceso con ese hombre, sabemos que muchos recuerdos que se encontraban bloqueados en su mente, fueron liberados. Después de eso, June cambió grandemente, se volvió más distante con todos nosotros, dejó de sonreír e Incluso nunca permitía que la tocaran. Se apartó tanto del mundo.

—Cuando mi niña sonrió y dejó de tener miedo al mundo, pensé que ese pasado y esos eventos tan aberrantes y dolorosos que había vivido, quedarían enterrados en el olvido, pero me equivoqué — limpió sus lágrimas—. Me equivoqué al no pensar en su adultez y en que podría llegar a recordar la gran mayoría de las cosas. Ahora que intento remediar o buscar una solución, ya es muy tarde. Quisiera estar en su lugar, me duele mucho verla destruirse con el recuerdo de esos desgraciados, y me duele aún más que ella se aleje de mí.

La abracé sin pensarlo dos veces, su llanto se había vuelto incontrolable y a duras penas podía entender sus palabras. Entre ellas siempre ha existido un vínculo muy hermoso de madre e hija, el cual se ha ido quebrando con la llegada de su adultez. Se alejado mucho de su familia, principalmente de su madre.

—Quiero saber dónde puedo encontrar a esa mujer.

Me miró de inmediato y negó con la cabeza con fuerza. Sacó de su bolso un pañuelo y limpió sus lágrimas.

—En cada pesadilla, cree que esa mujer vendrá por ella.

—Lo único que me mantiene tranquila, es que esa maldita desgraciada jamás podrá acercarse a mi hija — su mirada se tornó oscura—. Jamás volverá a hacerle daño.

—Está muerta, ¿no es así?

—Tu tío se encargó de ella.

—¿Y si no está muerta? Puede que haya quedado viva.

—Si un ser humano tiene la habilidad de volver a regenerar su cuerpo, puede que haya quedado viva. Pero te aseguro de que esa mujer no va a regresar ni en esta ni en la otra vida. Dominic se encargó de ella, la envió al lugar que pertenece y nunca debió haber salido.

—Eso me deja más tranquilo todavía.

—Es June la que debe olvidar, aunque sé que no es fácil y permitirse ser feliz. Ha desperdiciado su vida entera encerrándose en una burbuja, ni siquiera se ha enamorado o ha tenido una ilusión — sonrió llena de nostalgia—. Me gustaría verla enamorada, con ese brillo único en los ojos. Puede que para algunos sea falso, pero el verdadero amor remueve el dolor y ayuda a salir del infierno con un poco de lucha.

—¿Lo crees, tía? ¿Crees que el amor podría ayudarla a liberarse del pasado?

—Hay que ser muy fuerte y tener el objetivo claro, pero teniendo el amor necesario como base, se puede vencer todo — tomó mi mano y me dio una mirada llena de afecto—. Sé que podrás ayudarla, justo como yo logré sacar de ese pozo oscuro a Dominic en su momento.

—Y-yo...

—No tienes que darme explicaciones de nada, cariño. Si hay alguien que confíe a mi hija, es a ti. Contigo estará a salvó y tengo la esperanza de que seas lo que ella tanto necesita — se encogió de hombros—. No será nada fácil, porque conozco a mi esposo como la palma de mi mano y te advierto que la tendrás muy difícil, pero aquí lo importante es el bienestar de mi hija. Y si June es feliz a tu lado, no necesitas nada más que fortalecer su amor y sanar su corazón sin importar nada ni nadie.

No esperaba que me dijera todas esas palabras. Lo que tenía en mente era algo muy diferente, incluso había escrito en una hoja todo aquello que sentía por mi pequeña glotona, pero tía me sorprendió muchísimo con su reacción. Era como si supiera lo que estaba pensando y conociera mejor que yo mis sentimientos por su hija.

—¿Cómo lo sabías?

—¿Sabes? — sonrió ladeado—. Eres muy evidente, y en tus ojos siempre he visto un amor muy diferente al fraternal. Pero si necesitas mi permiso para enamorarla, te lo  concedo siempre y cuando tu amor por ella sea verdadero y sincero.

—Siempre ha sido mi único y verdadero amor. Cometí un error al querer sacarla de mi pecho con alguien más, pero ahora que me ha entregado un rayito de esperanza, te prometo que no voy a fallar. Tía, yo a su hija la amo con gran locura.

—Cuídala mucho — recostó su cabeza sobre mi hombro—. Aunque sea una mujer fuerte e inaccesible, ella es una pequeña niña todavía. Se ha cohibido muchas cosas, así que enséñale lo que significa amar con el corazón.

—Gracias por tus consejos, tía — besé su frente—. No las voy a defraudar a ninguna de las dos.

Me recomendó llevarme lejos a June, sacarla de la rutina y ser solo los dos lejos de lo que tanto la afecta, pero en mi cabeza no dejaba de pensar en que aún me quedaba enfrentar a mi tío Dominic, y ese hombre me ponía a sudar frío nada más con imaginar su reacción.

June Blaze[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora