Julie and the Phantoms ||| One Shots

Reencuentro - Reggie Peters

Una fantasma pelirroja caminaba tranquilamente por la orilla de la playa en Malibú. Hacía mucho tiempo que no estaba por esa zona, y lo extrañaba. Sentir el viento en su cara, escuchar como las olas rompían en el mar y a las gaviotas a su alrededor, la hacían sentirse viva de nuevo.

Estefany se detuvo en seco al divisar a lo lejos a tres chicos que le daban la espalda. Uno rubio con una campera rosa, uno de musculosa blanca y el otro tenía una chaqueta de cuero negra y una camisa a cuadros por debajo. Por alguna razón, ese trío de amigos que hablaban tan animadamente se le hacían demasiado conocidos. Sintiendo el corazón en la boca, caminó a paso lento hasta los amigos que no se habían percatado de la chica.

—¿Re-Reggie? —tartamudeó detrás del nombrado.

Los tres se giraron en cámara lenta, viendo a una joven Estefany que estaba al borde del llanto mientras los observaba con nostalgia y felicidad. Los tres fantasmas estaban helados, no podían creer que verían nuevamente a la chica pelirroja.

Ella se acercó y abrazó con todas sus fuerzas a Reginald, quien tardó unos segundos en acomodar lo acontecido en su mente y corresponderle el abrazó a su novia.

—No lo puedo creer —susurró cerca de la cara del peli negro mientras la tomaba entre sus manos.

Los ojos del chico estaban cristalizados, le costaba creer que aquello realmente estaba ocurriendo. Estefany miró a los otros dos sin quitar sus manos de Reggie. Luke y Alex la miraban igual de consternados que ella a ellos. La pelirroja hizo un gesto con la cabeza indicando que se acercaran, para poder abrazar a ambos por sobre los hombros. Alex dejó escapar algunas lágrimas de felicidad mientras que Luke solo se dispuso a disfrutar el corto abrazo que su mejor amiga les estaba dando. Al separarse, se miraron entre todos con medias sonrisas.

—Para haber pasado 25 años, te mantienes muy bien —bromeó el castaño. Ella rió apenas ante el comentario—. ¿Estás...?

—¿Muerta? Si, así es —respondió con obviedad la chica.

—Amm, lamentamos oírlo... ¿cuándo ocurrió? —preguntó el rubio.

—Hace veintidós años... más o menos —intentó bromear y quitarle importancia a ese hecho—. Aunque estoy aquí hace dos —suspiró antes de que sus ojos se llenaran de lágrimas nuevamente—. Dios, no tienen idea cuanto los extrañé —comentó y los abrazó a los tres.

Ellos no se negaron al abrazo. Estaba claro que también la habían extrañando muchísimo.

Cuando Reggie regresó siendo un fantasma, lo primero que hizo fue buscar a su novia, creyendo que sería una mujer adulta con su vida hecha. Sin embargo, se llevó la desilusión de que la pelirroja ya no estaba donde era su casa... ni ella, ni sus padres. La casa parecía haber sido abandonada hace al menos quince años. A pesar de que la buscó por cielo y tierra, nunca logró saber que había ocurrido y a donde había ido. Al final se rindió, asumiendo que se había ido del país o algo así, y que él ya no era nadie en la vida de ella.

El fantasma estaba feliz... realmente lo estaba. Tener a su novia frente a él de nuevo le daba la sensación de que tenía algo por lo que "vivir" a demás de la música y un poco sus amigos. Sin embargo, saber que ella había fallecido tan joven le rompía un poco el corazón.

Al separarse, la pelirroja tomó la mano de su novio, quien observó aquello con cierta confusión. Aún parecía estar en un trance en el que no terminaba de asimilar lo que ocurría.

—Amm, es realmente lindo verte y toda esta situación —habló Luke algo apresurado—, pero Alex y yo tenemos algo muy importante que hacer —dijo mientras miraba al rubio que parecía no tener idea de a qué se refería.

—¿En serio? —cuestionó el más alto en un susurro.

—Si, en serio —respondió entre dientes.

—Ah-si, si. Esa cosa, si —tartamudeó Alex al darse cuenta de que debían dejar a su amigo solo con Estefany.

—Nos veremos luego —sentenció el castaño antes de desaparecer junto al rubio.

La chica rió ante la actuación tan mala de sus amigos fantasma para dejarla a sola con Reggi. Ella lo miró unos segundos antes de acercarlo un poco. Él chico se sorprendió ante aquello, sonriendo nerviosamente al tener a Estefany tan cerca. No tenía palabras para describir lo mucho que la había extrañado, siendo que para él solo había pasado poco más de un mes, aunque para ella había sido mucho más tiempo.

—Te-te extrañé —logró murmurar el peli negro acariciando las manos de la fantasma—. Te busqué por todos lados... creí que te habías ido del país o algo así ya que no había rastro de ti ni de tu familia por ningún lado. Entonces me desesperé antes de...

El chico hablaba tan rápido y nervioso que Estefany creyó que era buena idea interrumpirlo con un inesperado y corto beso. Vaya que funcionó. Aquello lo dejó estático por unos segundos. Tardó en reaccionar, notando cómo Estefany se burlaba de él.

—No te preocupes, Reggie. Tenemos todo el tiempo del mundo para ponernos al día —dijo ella manteniendo una hermosa sonrisa que le transmitía paz y tranquilidad al más alto—. Ven, vamos a caminar por la playa —indicó jalándolo de la mano para que reaccionara.

Reggie se dejó guiar con gusto. No había nada que quisiera más en aquel momento, que caminar por la playa con el amor de su vida, lo que era un poco irónico ya que estaban muertos. Ambos se sonrieron sin dejar de caminar tomados de las manos mientras mojaban sus pies.