Destinados - Alex Mercer

467 31 0
                                    

—Entonces... ¿cómo dices que lo conociste?

Rocío prestaba toda su atención al rubio que la acompañaba. Ambos observaban cómo el sol se ocultaba en el mar acompañados por el sonido de las olas y gaviotas.

Alex suspiró molesto por tener que explicarle a su amiga por tercera vez lo que había ocurrido. Se recostó sobre la arena con una mano debajo de la ceniza mientras admiraba cómo el cielo se oscurecía.

—Ya te lo dije... —respondió con cansancio. Rocío imitó su acción de mirar hacia arriba—. Creyó que yo era un viviente y... ¡pum! Me derribó con su patineta —Alex sonaba frustrado por toda la situación de ser fantasma, sin embrago Rocío sabía que aquel chico misterioso que el rubio había conocido podría cambiar la forma tan negativa que tenía de ver las cosas—. ¿Qué? —cuestionó al ver que la chica no decía nada perdida en sus pensamientos.

—Creo que... después de todo, ser un fantasma no es tan malo como creías —comentó con un tono algo bromista y despreocupado, como si aquello que acababa de decir no tuviera la intención de molestar a su amigo.

El chico se sentó correctamente y miró extrañado a quien lo acompañaba. —¿Por qué lo dices?

Ella frunció los labios quitándole importancia a sus propias palabras. —Hay muchas cosas que puedes hacer... —se sentó—. Y... hay muchos fantasmas atractivos que puedes conocer —agregó con simpleza y una sonrisa cómplice.

Alex abrió la boca unos segundos y frunció el entrecejo. —¿Es una clase de indirecta? —Rocío elevó los hombros—. Por favor, es-es... quiero decir, sí es atractivo pero... ¡No-No lo conozco de nada y...! —la sonrisa de la chica se iba ensanchando cada vez más—. Quita esa sonrisa de tu cara —el rubio la señaló amenazante antes de negar levemente y mirar los últimos rayos de sol que se podían apreciar.

—Soy fiel creyente de que nada pasa por casualidad —murmuró ella. Alex se giró a mirarla sin comprender—. Incluso nuestras muertes... o la de ¿cómo se llamaba? Wolmurt, Winston...

—Willie... —suspiró él pesadamente.

—Si, ese. El chico lindo que te atropelló en patineta —dijo con rapidez—. ¿Crees que... regresar de la muerte como fantasmas después de veinticinco años es por, pura coincidencia? —preguntó sin esperar respuesta. Él la miraba aún confundido—. Alex, nada pasa porqué si... así que, conocer a Willie no fue una casualidad, cómo no lo es que Julie nos pueda ver y tocar con nosotros... Tal vez, ustedes dos están destinados a estar juntos, casarse y tener un perro fantasma —indicó como si aquella idea fuera la mejor del mundo.

Las mejillas del chico tomaron un color levemente rojo. —¿Acaso escuchas los que dices? Ni siquiera lo conozco... y si estoy "destinado" a casarme con-con la persona que me atropelló en patineta... —suspiró—, prefiero morir de nuevo —agregó con convicción antes de pararse.

Rocío rió antes de mirar a su amigo. —Si... creo que te gusta. No espera, de hecho, estoy segura de que así es —dijo con orgullo como si acabara de resolver un caso.

Alex puso los ojos en blanco. —Eres imposible —rió mientras negaba—. Andando —indicó con la cabeza antes de darle la mano a su mejor amiga y regresar al estudio de Julie.

Du hast das Ende der veröffentlichten Teile erreicht.

⏰ Letzte Aktualisierung: Jun 07, 2023 ⏰

Füge diese Geschichte zu deiner Bibliothek hinzu, um über neue Kapitel informiert zu werden!

Julie and the Phantoms ||| One Shots Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt