Mariposas - Reggie Peters

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Segunda parte de: Acosador.

La tarde llegó, y los chicos se preparaban para ensayar su nueva canción. La voz de Julie y una chica que hablaba animadamente llamó la atención de los tres fantasmas, que se miraron entre curiosos y nerviosos por la idea de una extraña en el lugar y momento donde ensayaban.

Detrás de la morena entró una joven peli negra, qué pasó su mirada en cada miembro de la banda, quienes no entendían nada de lo que estaba pasando, a excepción de Reggie. El bajista abrió los ojos mientras sus mejillas tomaban un color carmesí sin saber cómo reaccionar al ver que Abigail realmente había ido al ensayo.

—Chicos, creo que ya conocen a Abigail —indicó Julie señalando a su amiga, colocando sus manos en los bolsillos sin saber exactamente cómo actuar—. Y tú ya los conoces. Luke, Alex y... Reggie —los señaló sabiendo que la chica ya había hablado con él peli negro.

—Espera, ¿dices que ella puede vernos? —se apresuró a preguntar Luke acercándose un poco a las amigas. Alex y Reggie intercambiaron miradas.

—De hecho, hago más que eso —sentenció con aire de superioridad Abigail, para luego esbozar una sonrisa—. Alguien me invitó a su ensayo —indicó mirando a Reggie.

Él chico abrió un poco la boca ya que no se esperaba que dijera eso. Las miradas de todos se posaron en él. Reggie pasó su vista en todos los presentes, pero  antes de lograr decir alguna palabra completa Luke lo interrumpió.

—¿Tú lo sabías?

—Amm, tal vez —respondió con inocencia—. Si de algo sirve, también me enteré hoy.

—Okey, esto es incómodo —murmuró Julie tras unos segundos de silencio.

La morena tomó a su invitada de los hombros y la guió a sentarse en uno de los sillones justo frente a los instrumentos, donde los chicos tocarían. La vocalista se sentó al lado de Abigail. Los tres fantasmas se miraron sin entender.

—¿No ensayarás con nosotros? —cuestionó Alex claramente muy confundido.

—Amm, no, esta vez no —respondió Julie demostrando no estar convencida de esa decisión mirando a la peli negra de reojo—. Prefiero observar cómo ustedes tocan desde aquí.

—Okey... —murmuró no muy convencido el castaño.

Alex golpeó sus baquetas sobre su cabeza antes de que los otros dos comenzaran a tocar sus instrumentos. Abigail admiraba con una amplia sonrisa el talento de esos fantasmas. Luke se desenvolvía de una manera increíble con la guitarra, demostrando lo determinado que era a la hora de hacer algo, además tenía una voz increíble. El rubio en la batería le daba el toque perfecto a la canción, siendo parte importante de la misma. Pero quien realmente llamaba la atención de la peli negra era Reggie con el bajo. El chico al tocar parecía cambiar de personalidad. Se lo veía muchísimo más seguro y desenvuelto. El ver tocar a la banda era una de las mejores sensaciones del mundo.

Abigail abrió un poco la boca en el momento en que Reggie se acercó a Luke, donde cantaron a dúo en el mismo micrófono. Un escalofrío debido a la adrenalina que parecía estar sintiendo recorrió su cuerpo.

Julie sonreía divertida al ver cómo los ojos de su amiga parecían brillar sin despegarse del peli negro. Negó ante la idea de que Abigail estuviera desarrollando sentimientos por un fantasma que apenas conocía.

La banda terminó de tocar. La morena se paró a aplaudir, mientras la peli negra hacía lo mismo aun sentada y hasta un poco shokeada.

—Ten cuidado, se te cae la baba —bromeó la morena tocando apenas la barbilla de su amiga.

Ella cerró la boca de inmediato y se pasó la mano por la boca, dándose cuenta de que Julie solo bromeaba. La vocalista rió. Abigail le echó la lengua en respuesta.

Los chicos chocaron los codos y se acercaron a hablar, dándole la espalda a las chicas.

—¿Cómo vas con eso, galán? —le preguntó divertido Luke pasando un brazo por detrás de los hombros de Reggie.

Alex miró atentamente al peli negro, expectante. Él y el castaño habían visto como Abigail no había quitado sus ojos del bajista en ningún momento, y conociéndolo, él probablemente ni siquiera se habría percatado de aquello.

—¿Cómo voy con qué? —cuestionó con notable confusión. Alex y Luke se miraron divertidos nuevamente, dando a entender a qué se referían con exactitud—. ¿Ha-hablan de la chica? —la señaló con su pulgar.

—Oh, vamos amigo. No quitó sus ojos de ti en ningún momento... Está claro que le gustas y que a ti te gusta también —insistió Luke, mientras Alex se levantaba.

—Creo que estás exagerando —intentó quitarle importancia el peli negro, aunque tras aquellas palabras de su amigo no pudo evitar sentir mariposas.

—¡Luke, Alex! —llamó la atención de los tres Julie, haciendo que se giraran para verla—. Necesito ayuda en algo, ¿pueden acompañarme? —preguntó indicando la puerta.

Los nombrados se miraron unos segundos, sabiendo cuál era la intención de su amiga. Se despidieron de Reggie pasando una mano por su hombro y se acercaron a Julie.

—Vuelvo en dos minutos —le indicó a Abigail.

Ella enseguida notó que el plan de la morena era dejarla sola con Reggie, pero antes de quejarse al respecto su amiga salió siendo seguida por Luke y Alex.

Mordió su labio un poco nerviosa. Miró al chico unos segundos antes de acercarse con timidez. El peli negro dejó su guitarra a un lado, antes de dirigir toda su atención a la chica.

—No creí que vendrías —confesó él apoyando sus manos en el piano.

Abigail frunció los labios y se encogió de hombros. —Son excelentes tocando... solo vi la oportunidad y la tomé —comentó ella a modo de broma.

Ambos sonrieron mientras se miraban a los ojos. Reggie juraba que podía pasar el resto de la eternidad contemplando los ojos de Abigail. Ella se sonrojó un poco por cómo el chico la miraba. Tuvo la iniciativa de tomar una mano del fantasma cosa que lo tomó por sorpresa.

—Se-se supone que no podemos tocar a los vivientes —dijo nervioso y confundido mirando sus manos.

—Les dije que ver fantasmas no es lo único que puedo hacer —le recordó la peli negra con algo de superioridad en su voz.

Reggie sonrió ante aquello. Su tacto se sentía tan bien... y por un momento quiso más de aquello. Se sentía atraído hacia ella, cómo si de un hechizo se tratase. Colocó una mechón de cabello detrás de la oreja de la joven y reposó su mano libre en la mejilla de ella. Bajó su vista hasta los labios de Abigail, mientras ella se sonrojaba aún más sin dejar de mirar los ojos claros del chico. Ambos se acercaron un poco, pero antes de poder besarse, la chica lo interrumpió con una risilla nerviosa.

—Tus amigos... en la ventana —susurró ella sonriendo sin alejarse ni un milímetro de Reggie.

Él sonrió y mordió su labio ante la interrupción de tan mágico momento. Juntaron sus frentes unos segundos antes de alejarse. El peli negro se giró hacia las pequeñas ventas de la puerta del garaje con cierta molestia, donde dos fantasmas y una viviente que él bien conocía miraban la escena expectantes. Al verlo, los tres se agacharon rápidamente. Ambos jóvenes dentro del garage rieron. Miraron sus manos que seguían unidas.

—Entonces...

Abigail interrumpió al chico dándole un beso fugaz en los labios, dejándolo atónito. Él pestañeó varias veces sin creer que lo acababa de pasar. Con una sonrisa tímida la peli negra comenzó a alejarse, mientras mordía su labio inferior sin dejar de mirar al fantasma.

—Nos vemos mañana, Reggie —se despidió sin dejar de sonreír saliendo del lugar.

El chico tocó sus labios. Tardó unos segundos en sonreír y mirar por dónde la chica se había ido. Sin lugar a dudas la vería al día siguiente.

Abigail rió al ver a Julie, Alex y Luke fuera del garaje fingiendo no saber nada de lo que había ocurrido. Negó divertía y comenzó a caminar para irse.

—Nos vemos en clases, Julie.

Julie and the Phantoms ||| One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora