Cuento 1 - 2

32 23 2
                                    

Night Club 2: Serán besos robados

Estar sentada en un pupitre por más de ocho horas me aburria, quería hacer cosas más atrevidas, divertidas, garabatear mi cuaderno me resultaba gratificante y más para hacer planes para la noche y el fin de semana, aunque los tendría sola pues mi mejor amiga Casandra estaba castigada por irse de pinta unos días atrás.

Mis planes para este viernes en la noche aparentemente era ir a un bar a tomar ya habían pasado algunos meses desde que intente averiguar sobre aquel hombre guapísimo que me rescato, pero no he podido dar con su paradero, aunque me gustaría volver a verlo tiene una vibra que me enloquece.

Me acerque a la recepcionista quien me llevo a mi mesa que había reservado días atrás y mientras cenaba algo delicioso sentí una mirada sobre mí, era incomodo y encontré unos ojos caramelo que trataron de ignorarme, trate de no tomarle importancia hasta que termine de cenar y decidí acercarme cuando su acompañante se retiró para ir a los servicios.

Me senté en aquel asiento de su acompañante con una sonrisa triunfante, el solo me observaba y movía su cabeza para ambos lados como desaprobando mi actuar mientras yo lo detallaba en aquel traje azul marino y ese rostro sacado de revista que me hacía pensar en cosas insensatas.

- Dichosos mis ojos que te ven, cada día estas más guapo

- No deberías estas en tu casa a estas horas

- No papá

- Creo que no tengo la edad para que me hables así

- Jajaja, aunque yo no te veo así más bien como un futuro prospecto

- Anda a tu casa no es un horario adecuado para ti

- Porque siempre tratas de deshacerte de mí, deberías ser más caballero y llevarme tu a mi casa o al lugar que desees.

- No hare eso primero porque no te conozco y segundo porque

Nuestra casi conversación fue interrumpida por un chico bastante guapo a lo cual supuse era su hermano pues tenían los rasgos muy definidos y parecidos, tenía la mirada coqueta lo cual no me pareció adecuado ya que recién lo conocía a demás que mi gran señor (mi futuro galán) lo miraba con ojos de asesinarlo.

- Buenas noches, espero no interrumpir

- Si lo haces, bueno me retiro espero y nos volvamos a ver en otra ocasión y, en otros términos, cuídate

- Mmm ok

- Hasta luego señorita

El otro tipo que supongo era su hermano podía ser un rompecorazones, pero se sentía una mala aura a su alrededor y era incomodo de cierta manera además que no entendía por qué aquel hombre que me hacia mi corazón saltar era tan frio, ni el hielo que derrumbo el titanic era tan duro como lo es el.

Estaba en el ensayo de baile para la presentación de la rutina tenía el cuerpo completamente empapado de sudor y mientras tomaba un baño en las duchas escuche chismosear a unas compañera sobre el apuesto galán en la portada en la sección económica pues sus padres estaban en él negocios mercantil y ellas alardeaban de ellos, aburrido, no quise tomarle la debida atención pero cuando vi la foto casi caigo de espaldas, era el supuesto hermano de mi galán sin nombre así que luego de unas preguntas indiscretas y escuchar como alardeaban en mi rostro hice mis propias averiguaciones en mi computadora en casa, toda una agente del FBI.

Ahora me encontraba frente al enorme edificio con las enormes iniciales ALX NAVIERA ingrese luego de unas respiraciones era ahora o nunca, esperaba que no me hicieran problema al verme con el uniforme ya que era la única fecha que podría acercarme pues mis padres regresaban al país y no tendría libertad.

Ya tenía más de media hora esperando para ingresar y nada la odiosa recepcionista indicaba que sin cita no ingresaría a las instalaciones, quería arrancarle sus extensiones falsas, espero a que se distrajera y con ayuda de otro despistado me subí al ascensor resana que no me pescaran y subí hasta el último piso del torre más alta a buscar al amor de mi vida, estaba loca aún era joven para ello, pero el que no intenta no gana.

Un joven de lentes me detuvo, maldije internamente por ello pues sabía que era mi fin así que tenía que pensar rápido, le di un sermón extenso que necesitaba ver al jefecito más conocido como Kerem Alonso Bianchi Rossi y creo que lo enrede con. Mis palabras que solo me hizo esperarlo junto a su escritorio del joven.

Me estaba quedando casi dormida cuando apareció envuelto en un traje de tres piezas color negro, me tuve que limpiar la baba, el joven de lentes que resultó ser su asistente estaba por explicarle de mi presencia cuando me abalancé sobre él y lo abracé fuerte lo noté tenso e incómodo haciendo a un lado toscamente.

- Como ingresaste, tienes un pase o algo

- Mmm bueno hice magia jejeje

- Será mejor que te retires tengo trabajo y no estoy de niñero

- Alguna vez puedes ser amable acaso es mucho pedir

- Contigo imposible además luego confundirás las cosas

- Y que tiene de malo que lo haga

- Peterson acompaña a la niña fuera del edificio

- No soy una niña, tengo la edad suficiente como para casarme si es te interesa

- Peterson haz que le prohíban la entrada

Creo que jamás miré a alguien con tanto odio como lo hice con él ni a mis padres que siempre me dejaban sola o cuando se ponían especiales, acaso de verdad aprecia una niña, muchos decían que podía ser modelo incluso mamá, pero no me gustaba además por la altura necesaria y suficiente que me ayudaba a escabullirme a ciertos lugares, tenía que buscar la manera de atraparlo, pero le daría tiempo al tiempo.

Si seguía corriendo por aquella cancha moriría y eso que aún me faltaban unas diez vueltas percatándome que el tiempo pasa muy rápido y creo que ya era momento de actuar, tendría que buscar la manera de cruzarme en su camino nuevamente, si lo se parece una acosadora de lo peor pues ya conocía sus movimientos pero no deseaba ir de nuevo a aquel Night club pero tenía una idea de lo mejor y justo como se acercaba mi cumpleaños lo celebraría allí pero con stripper por molestarlo esperaba que mi plan funcionara, si estoy loca.

El Night club igual estaba abierto al público había hecho la invitación a mis amigos más cercanos pero igual cuando se pasó la voz que lo haría en aquel lugar muchos enloquecieron queriendo ir así que tuve que ampliar mi lista de invitados por suerte el local era amplio para adolescente con las hormonas alborotadas, escondida entre la multitud lo vi ingresar a los privados por lo cual todo marchaba como lo quería, mientras mis amigos se divertían, Casandra me ayudo a escabullirme al privado, le di una buena propina a la chica que atendería sus servicios de Kerem y como estaba con los ojos vendados no sabría quién era y le robe un beso muy apasionado pero sin saber que aquel hombre tendría tanto apetito empezó a querer quitarme la ropa algo que cedi muy rápido y en un descuido mío se quitó el vendaje de los ojos y se dio cuenta de la posición tan comprometedora que nos encontrábamos y me excitaba de cierta manera poder probar aquellos labios.

No entendía porque maldecía si se notaba que lo disfrutaba, decidí salir de aquella habitación antes de ser arrojada a los leones y mientras disfrutaba mi cumpleaños ya sin importarme nada ya que había obtenido el mejor regalos de mis dulces dieciséis.

UNA HISTORIA ENTRE NOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora