₊°.•𝐇𝐎L𝐌𝐄𝐒 • ₊˚.
[ Me gustas, por tu cabello
castaño, por tus ojos curiosos
cada que ven algo desconocido.
Me gustas tú, no Sherlock.]
Donde una chica
está en busca de
su madre.
O
Donde sin querer...
─Ya pasó la cena, pero no importa.─Nos miró─Asi pierden unos kilos.
Cuando estabamos por escapar una chica se nos acercó con ropa.
Mala suerte, pero solo es el primero de muchos intentos.
─El apellido Holmes es muy reconocido en este país─Añadió.─Y empezarán a hacerlo honor.
─Eso es...─Enola iba a seguir hablando pero la chica la interrumpió.
─Y empezarán por callarse─Me miró fijamente, para después retirar la mirada─ la próxima vez que vean a sus hermanos ellos estarán orgullosos de su avance.
↷
Ya teníamos como una semana en esta escuelita y ya me estaba volviendo loca.
─Aleen Holmes, la solicitan.
Solté un leve grito cuando sentí la puerta abrirse así que como reflejo tiré mi a almohada.
─Y-yo lo siento mucho─Tartamudeé, pero a la vez se lo merecía.
─Está bien, salga de una vez.─Me ví obligada a salir de la habitación y me llevé la sorpresa de que Enola también estaba ahí afuera del cuarto.
─¿Sabes por qué nos traen aquí?─Le pregunté a la castaña mientras íbamos caminando junto a la señorita.
─No, ni idea─Me miró─Tal vez es para decirnos que nos van a llevar al manicomio.
─Al menos ese lugar es mejor que esta...posilga─Bromeé un poco.
Aunque bueno, ¿Acaso este ya no parece uno?
↷
─¡Sherlock!
Bueno, y ahora se preguntaran en donde estamos, nos encontramos en al parecer un despacho junto a uno de nuestros hermanos mayores, más específico el detective.
─Enola─Dijo Sherlock mientras la abrazaba.
En otras circunstancias me acercaría y lo abrazaría pero un montón de recuerdos de los gritos de Mycroft y un montón de cosas negativas más me impidieron darle un abrazo, sabiendo que el podía hacer algo.
Me ví obligada a saludar cuando Enola me dió un leve empujón para después decir en un susurro Modales srita Aleen.
─Sherlock─Me encaminé hacia el y le dí un débil abrazo.