Todos y cada uno de mis días pensaba ¿cuando volveré a ver a mamá? Los cumpleaños ya no eran lo mismo ninguno de los dos estaba allí, tampoco en las navidades.
Me sentía mal, lo sigo estando.
La niña de seis años solo quería un abrazo y oír que todo estaría bien, que solo era un mal sueño. Pero nunca oí eso, nunca recibí ese abrazo.
YOU ARE READING
Estar rotos
Short StoryEsto es por nosotros que nos enamoramos de nuestra soledad y nos curamos en silencio.