Siempre hay un momento en la vida que te marca para siempre, a mi me toco temprano eso de ser marcada.
Supongo que fue su partida, para una niña de cinco años no es fácil digerir tal información, creo que para nadie pero siempre fui egoísta y pensaba primero en mi.
No estaba preparada, hoy en día tampoco podría hablar de eso sin llorar.
Soy patética, siempre lo he sido.
Todos se enteraron, esa fue la principal razón por la que cambie de país junto a mi familia o lo que quedaba de ella.
Ese 11 de septiembre de 2014 supe lo que era la muerte y lo que conllevaba estarlo. Supe que papá no volvería a contarme un cuento o lo ayudaría hacer ejercicio, tampoco celebraríamos mis cumpleaños o los de mi hermana, entendí que no habrían más días felices.
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Estar rotos
NouvellesEsto es por nosotros que nos enamoramos de nuestra soledad y nos curamos en silencio.
