pensamiento 7

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Me di cuenta que estaba mal, que estaba rota, que ya no tenía arreglo.

Aprendí a estar callada y no contar las cosas, observando lo que la gente le parecía bien o mal aunque no me importase su punto.

Y ¿saben que entendí? Que a la gente no le gustaba la gente rota.

Estar rotos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora