CAPITULO 2

166 16 11
                                    

"PROMETIDOS"

°

°

°

Había aceptado solo porque su familia lo necesitaba, porque solo de esa forma podrían recuperarse sin llegar a tomar decisiones drásticas, ¿Aunque casarse no era una decisión drástica?, Cómo sea, si podía ayudar a su familia lo haría. No había aceptado por amar a aquella mujer, ni siquiera la conocía, todo había sucedido tan rápido que en cuanto aquel Hyūga pagó la deuda la boda comenzó a prepararse para ser realizada en un mes.

"Lo más pronto posible" —escuchó del padre de aquella mujer.

Decir que estaba fastidiado era muy poco a comparación a como verdaderamente se sentía, pero lo soportaba. Iba a soportar todo un año casado solo para que su familia saliera adelante.

Todos se habían resignado. Ya no había vuelta atrás, ahora solo debía soportar un año como máximo y después... sería libre.

Eran las medidas drásticas para poder sobrevivir, y nunca pudo sentirse más humillado que nunca, su propio apellido estaba siendo deshonrado por decisiones como aquella. Pero aún así estaba acatando una estúpida orden para no llegar más lejos, lo haría solo por su familia. Pero maldita sea, aún no lo podía aceptar, a pesar de estar vistiéndose en ese momento para llegar pronto al lugar del anuncio de su boda donde conocería a su prometida.

Ja, sonaba a una fantasía. Su boda. Ni siquiera él se imaginó pensar en aquellas estúpidas palabras. A pesar de que fuera una maldita mentira pensar en que pronto se casaría era extraño y no podía decir que estaba precisamente contento.

No podía odiar más a aquel hombre por el que llegaron a caer al pozo, por el que ahora tenía que casarse, pero ahora ese odio también se repartía con aquel viejo de ojos blancos y voz severa. A él también lo odiaba por una estúpida condición como aquella. ¿No pudo pedir dinero a cambio? ¿No pudo ser otra cosa?. No, claro que no, ¡Tenían que casarlo su maldita hija! Mierda. Los odiaba a todos.




~ 🌑 ~




—Acepto —fue la primer palabra que lo cambió todo—. Pero tengo dos condiciones —Hiashi asintió tranquilo con los ojos cerrados, no podía negarse, después de todo Fugaku le estaba haciendo un enorme favor también—; el compromiso no durará más de un año y ambos deberán comportarse, me refiero a que ambos se respetarán, tanto tu hija como mi hijo deben prometer que mientras sean marido y mujer actuarán como tal, sin tener relaciones extramaritales y —suspiró, no pudiendo creer que diría aquello— deberán verse como una pareja, sin serlo verdaderamente.

Hiashi lo entendió, para él, Fugaku solo quería guardar las apariencias.

El Uchiha ya lo había hablado con Sasuke, el punto no solo era guardar las apariencias, era no dejar ir al viejo Hyūga. A ese "viejo amigo" le importaba mucho el honor de la familia y si su hija se veía envuelta en un amorío o se le hacía quedar mal frente a la sociedad porque su esposo la engañaba muy probablemente Hiashi retiraría su oferta y su ayuda.

No podría permitir que algo lo ofendiese o estarían en problemas de nuevo, al menos, no hasta que se recuperaran por completo, y para ello tenía un año para lograrlo. Si es que las cosas salían bien, y así sería, se lo había propuesto. No dejaría nunca más a su familia pasar por una situación así de nuevo.

Pero a cambio de lograr que Sasuke se comportara también su hija debía hacerlo, tampoco iba a aceptar que la reputación de su hijo se viera manchada por estar en la posición de ayudar a su familia. Y principalmente, debía aclarar que no iban a ser una pareja verdadera.

Matrimonio por Conveniencia Where stories live. Discover now