CAPITULO 10

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—No cuestiono tus decisiones, sin embargo me gustaría conocer tus motivos.

Porque era extraño que su esposa invitara a su "nuera" para cocinar y tener una relación más unida, además de eso la había invitado para la cena de navidad, justo días antes de la fecha para terminar el matrimonio de su hijo y la joven Hyuga.

—¿Mis motivos? —respondió inocentemente su adorada esposa.

Era para él imposible no sentirse atraído a ella incluso cuando a veces no la entendía.

—Solo quiero... Que no nos llevemos mal. Sabes lo que esa chica ha pasado, y se siente culpable por todo esto del matrimonio. Estoy segura de que si ella fuera una pieza principal en el plan de Hiashi ya habría actuado, pero hoy mientras cocinábamos... Se veía... Normal.

Curiosamente ella nunca intentó ganarse a su suegra con sus habilidades culinarias, ni presumió de sus fortalezas y nunca la siguió de un lado a otro tratando de caerle bien.

Si bien había notado nerviosa a la ojiperla no había pasado de eso. Se había comportado como una niña contenta mientras le daba permiso de utilizar su cocina, se concentraba en lo que tenía que hacer y se veía tan normal que hasta aquella canción que tarareaba se le pegó y le alegró la tarde.

Tal vez no era correcto ponerla a prueba de esa forma, pero igual sus acciones habían sido sinceras. Solo quería que llevaran una relación sana, y que incluso, aún después de que el matrimonio terminara, continuaran hablando.

Claro, si es que no salía a la luz su verdadera intención.

Pero ella no creía que la Hyuga intentase algo, ya se estaba esforzando demasiado en ser "la esposa perfecta". Además, se veía a leguas que ella no amaba a Sasuke, y que prefería el divorcio antes que seguir juntos. Sabía que, en caso de que su padre quisiera obligarla a continuar con esa unión ella podría ganarse su amistad y tenerla de su lado, para hacerle frente a Hiashi, y de ser posible, liberarla de la cárcel de oro en la que la mantenía su padre.

Su instinto de madre actuaba.

—¿Confías en ella?

—No lo sé —y eso dejó inquieto a su esposo—, pero confío en su sentido de... Justicia. Ella sabe que lo que su padre hace está mal, solo no tiene cómo hacerle frente.

—¿Planeas ayudarla?

Y después de un largo silencio Mikoto respondió con una sonrisa triste en el rostro.

—Planeo darle el cariño que tanto le hace falta.

~ 🌷 ~

Su mente estaba nublada, como si sus ojos se hubiesen vuelto borrosos, como si la claridad y la cordura se hubiesen ido de vacaciones dejándola sola con el remolino de sensaciones que estaba teniendo.

¿Qué estaba pasando?

Su ser estaba siendo arrasado por la enorme figura negra que la mantenía atrapada. Aquel cuervo que de a poco robaba de ella para luego pedir más y alejarse, y luego, volver a intentarlo.

Cada tanto se separaban para tomar aire, y ella para recuperar la claridad. Entonces él volvía a arrebatársela con otro beso brusco, como si no tuviese suficiente, como si algo se hubiese desencadenado después de la primera vez, como si hubiese liberado algo que definitivamente no entendía y mucho menos podía controlar.

Apenas habían ingresado a la casa y él ya la tenía contra la pared. ¿Qué pasaba que era tan efusivo?, como si no hubiese mañana.

Matrimonio por Conveniencia Where stories live. Discover now