CAPITULO 5

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"FELICIDADES"

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—Les agradezco por haber venido —sonrió amable a los últimos invitados que quedaban. Ellos le sonrieron de regreso, se despidieron de nuevo y se fueron.

Finalmente se había quedado sola con la familia de su esposo y el mismo. Su hermana y su padre se habían marchado antes sin avisar, al menos después Hanabi se contactaría con ella para explicarle que su padre se encontraba indispuesto. Razón que, bien sabía, era la excusa que siempre usaba.

Fugaku se alejó por un momento con Sasuke y Hinata se quedó el resto.

Se generó una situación incómoda, pues sabía que su suegra no estaba realmente contenta y que aunque todo fuera una farsa no quería una mala relación con ninguno de ellos.

—Quisiera pedirle disculpas, Uchiha-sama —Hizo una noble reverencia sin alzar el rostro dirigiéndose a la matriarca Uchiha—, sé que todo esto... S-seguramente no era lo que quería para su hijo, p-pero... v-verdaderamente le agradezco que me hayan aceptado.

Sorprendida Mikoto la tomó de los hombros y con cuidado la regresó a su postura natural.

—No tienes por qué disculparte —los ojos perla miraron a unos carbón, que a diferencia de los de su esposo, estos mostraban cariño y comprensión—, después de todo, nosotros ya habíamos aceptado desde el inicio —le sonrió la pelinegra con tristeza—. Llámame Mikoto, somos familia de ahora en adelante.

Hinata se alivió con tales palabras en un tono cariñoso, el tono de una madre preocupada que lo entendía todo. Muy contrario a lo que ella había imaginado. Esperaba que la odiaran por robarle la libertad a su hijo.

—Le prometo que no daré problemas en ningún momento y me comportaré a la altura de una esposa que merezca Uchiha-san.

Era una promesa, era su obligación. Era lo acordado.

Mikoto asintió sin decir nada más, no había mucho que pudiera decir.

—Te presento a mi hijo mayor y su prometida. Itachi e Izumi-chan.

Ambos hicieron una reverencia y le sonrieron y ella les regresó la misma sonrisa. Durante la boda los observó, sin querer claro, no pudo evitar ver la forma en la que la habían mirado todo ese tiempo. La veían con algo de lástima. Pero no podía hacer nada.

—Es un honor conocerlos —reverenció de nuevo.

Era demasiado educada para su gusto, pero mínimo les debía eso, mínimo debía comportarse como tal.

—Para nosotros también es un honor, Hinata-san. Soy Izumi, mucho gusto —se acercó para saludarla de mano y su prometido la siguió e hizo lo mismo—. Puedes llamarme Izumi-chan, espero que podamos llevarnos bien.

La castaña le volvió a sonreír, mostrándose más amable de lo que imaginaba. Toda la familia de su esposo, actuaba diferente a como lo había imaginado. Un atisbo de alivio se instaló en su corazón.

—Hai —le sonrió en respuesta—. L-les agradezco por estar aquí y a-apoyarnos con la boda.

Aunque no pudieron apoyar con los gastos se encargaron de escoger y organizar lo necesario para el novio, cuestión que tardó muchos días y que fue difícil por las exigencias de su padre; mientras que los Hyūga se encargarían de ella, sin ser tomada en cuenta para su propia boda. Por eso le había sorprendido ver a todos sus amigos en la boda.

Matrimonio por Conveniencia Where stories live. Discover now